Agua

Agua

No enlodemos el agua. Imagina que muy cerca una paloma está bebiendo de ella, o en una distante arboleda un pinchón está lavando sus alas en ella, o en alguna aldea llenan una jarra.

No enlodemos el agua. Tal vez fluyendo el agua corre hasta los pies de un álamo y apacigua a alguien el dolor de su corazón. Un derviche, quizás, ha humedecido su manto en ella. Una joven permanece en sus orillas...el agua duplica su belleza.

No enlodemos el agua. ¡Qué deliciosa es esta agua! ¡Qué refrescante su corriente!

Aquella gente que vive río arriba, ¡qué afortunados son! ¡Sus primaveras pueden ser siempre frescas, sus vacas siempre fértiles!

No he visto sus aldeas, pero seguramente los pies de Dios están sobre sus suelos que se están trillando y la luna allí ilumina la anchura de sus palabras.

Las paredes son bajas en la aldea de arriba. El azul es realmente azul.

Cuando brotan los pimpollos, ellos saben  ¿Qué más puede ser una aldea? ¡Puede llenar sus calles con música! Aquella gente de río arriba conoce el agua la ha dejado clara.

No enlodemos el agua.

 

Fuente: Todo nada, todo mirada, SOHRAB SEPEHRÍ, Madrid, Ediciones del oriente y mediterráneo, 1992, Traducido del persa por Sahand y Clara Janés

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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