Aldea

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ALDEA

 

Desde la capital hasta Gabés

y de Gabés a la capital,

podía disfrutar de un paisaje muy variado,

pero guardo en la memoria

la sola imagen de una aldea pequeña,

con casas blancas y bajas,

solitaria al filo de la carretera.

El cementerio,

también pequeño,

solitario al filo de la carretera.

Las tumbas,

también,

blancas y pequeñas.

 

Entre el pueblo y el cementerio hay un claro.

¿Has visto alguna vez a un carnicero

perseguir un indefenso polluelo?

La escena era muy rápida,

tanto que no pude seguirla.

El tren no se paró…

porque la aldea no existía…

ni tampoco el cementerio…

ni el ave.

 

Fuente: Fethi Nasri, Revista Aish, 2014

www.islamoriente.com

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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