Errata

En el justo instante

-casi irreal-

en que

el altanero semáforo

se sonrojó,

un niñito

de cachetes cenizos

comenzó su búsqueda

y te encontró,

limpió el parabrisas

de tu carro pequeñoburgués,

le miraste con fijeza

y él correspondió.

 

Al entregarle

tu mano

una moneda

de veinticinco centavos,

sus famélicos labios

se estiraron

como plastilina

(entre los dedos de tus hijos)

y vos pensaste

que te sonreía...

 

Por favor

no seas estúpido,

solamente sintió compasión

al ver

que se te dolarizó el corazón.

 

Fuente: El Corazón en la Revolución, Mustafa Al-Salvadori, Editorial Elhame Shargh, Fundación Cultural Oriente, www.islamoriente.com

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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