Otra anécdota sobre Abu Said Khircani

Otra anécdota sobre Abu Said Khircani

El schaikh Khircani habló así, ¡cosa admirable! en el último momento de su vida, cuando su alma estaba en sus labios, dispuesta a escaparse: "Quisiera Dios que abrieran mi cuerpo y que arrancaran mi quemado corazón, que mostraran después mi corazón a los hombres y que les explicaran en qué consisten mis dificultades,a fin de que supieran que la adoración de los ídolos no conviene al que conoce los secretos espirituales. No actúes, pues, tortuosamente: he aquí en qué consiste el servicio de Dios; el resto es concupiscencia. Este servicio consiste en la abnegación, ¡sábelo bien, oh servidor inútil! Pero tú te pones en el lugar de Dios, bien lejos de servirle; ¿cómo podrías, pues, dedicarte a él? Entrégate tú mismo y entonces serás un verdadero servidor; sé un servidor abnegado y vive. Puesto que quieres ser esclavo de Dios, sé abnegado a tu servicio, sé ambicioso en la vía del honor. Si el servidor se deshonra en su camino, el soberano lo expulsará enseguida lejos de su real tapiz. El santuario está prohibido a los hombres sin honor; pero si tú tienes honor, ciertamente obtendrás el favor de ser admitido en él".

 

Fuente: Attar, Título original: Mantic Uttair, ¨El coloquio de los pájaros¨, Traducción: Josefa García, 1986, Edita: Ed comunicación Barcelona

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Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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