Sorab Sepehri

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SOHRĀB SEPEHRÍ

 

Sohrāb Sepehrí nació en el año 1307h.s./1928 d.C. en Kā' ān, una ciudad del centro de Irán.

Su padre era artesano y artista, pintaba y hacía instrumentos musicales que después tocaba. Desde muy niño Sepehrí, sentía una gran pasión por la pintura que se extendió a lo largo de su vida; cuando era pequeño su mayor diversión consistía en pintar las paredes con un pedazo de carbón. Estudió en su ciudad natal hasta los 21 años. En 1949 se marchó a Teherán para ingresar en la Universidad de Bellas Artes donde se licenció con las mejores clasificaciones de su promoción. Escribió su primer libro de poesía cuando todavía era estudiante. En sus comienzos se basaba en la manera clásica, más tarde, en el año 1327 h.s./1948 d.C. publicó "La Muerte de Color", su primer libro de poemas al estilo de la nueva generación de poetas, en el que se aprecia una gran influencia de Nimā Yu'iy, otro poeta de su generación. A partir de esta fecha realiza muchos viajes por el mundo para dar a conocer sus obras. En un viaje a Francia se matricula en la Universidad de Bellas Artes de París, pero debido a la delicada situación que vivía este país a causa de su guerra contra Argelia, decide volver a Ka' an. En Japón aprende a tallar y labrar la madera y adquiere experiencia en otros viajes a Afganistán, Pakistán, Estados unidos, y Brasil.

Aprende inglés, francés y un poco de japonés para poder leer las obras de los poetas del mundo. Entre sus trabajos existen algunas traducciones de Haiko (poesía japonesa). La obra de Sepehrí está contenida en numerosos libros de poesía, pero la mayor parte de sus poemas se reúnen en un conjunto llamado "Ha't Ketab" (ocho libros). Se aprecia claramente la evolución de su pensamiento y la calidad de sus obras desde su primer libro hasta el último; el primero de ellos "La Muerte de Color" comienza así: ...hace mucho que

en esta soledad/ el color del silencio está en el dibujo de los labios/ me llama un sonido

desde lo lejos/ pero mis piernas están en la brea de la noche. . . /

Y la última "Nosotros nada, Nosotros Mirada" termina de este modo:

En la palabra "mañana" Amanecerá la mañana.

En su poesía, las cosas y sobre todo la naturaleza que le rodea, juegan un papel muy importante. Los elementos naturales y otros símbolos, que utilizamos en la vida cotidiana, resultan ser las mejores fuentes de inspiración para el poeta. Tiene una interpretación muy delicada de la vida y esta visión es el resultado de su unión con la naturaleza, que le brinda la oportunidad de sumergirse en los secretos ocultos de todo lo natural. Su intención es la de prestar atención a la belleza silenciosa de todo lo que consideramos sencillo y sin valor. Esta forma especial de ver las cosas, da alma de místicos a sus poemas y en algunos llega hasta el Panteísmo. Una de las características de la poesía de Sepehrí es el uso de símbolos naturales como medios principales para expresarse. En todos los versos intenta llamar la atención hacia los miembros más pequeños y casi de menor de importancia de su mundo natural y el respeto a todas las leyes lógicas de este mundo. Fuera de esto nada tiene sentido razonable. Es la naturaleza la que le ofrece el camino para crear poemas y como indica en una de sus composiciones: "Algo me llama hacia el lado original de las cosas". En una palabra, la naturaleza en la poesía de Sepehrí se convierte en una utopía dotada de hermosura. Conocer el secreto de la flor roja no es nuestro cometido, Nuestro trabajo quizás sea flotar en el secreto de la flor roja.

 

Fuente: www.lenguapersa.com, de la Conserjería Cultural de la Embajada de la República Islámica de Irán en Madrid

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