Poesía

Di vueltas por el mundo

Di vueltas por el mundo y verdaderamente no encontré,

ninguna ciudad ni tierra donde vendieran un buen destino.

Tráeme la mortaja y el ataúd, y oscurece tu camisa,

que el día de hoy es médico, y la cura está enferma.

De la catapulta del cielo nos llueven piedras de desorden,

y yo vanamente me escapo a las vallas de cristal.

De esta forma que hierven suspiros y no rechisto,

no te extrañes si sale fuego de mi como el árbol...

Cuento del amigo despechado

Recuerdo que en otros tiempos tenía un amigo con el que era uña y carne. De repente

ocurrió que tuvimos que separarnos. Después de un tiempo vino a mí y comenzó a

reprocharme por no haber mandado nunca ni siquiera un mensajero. Le respondí: «Me

resultaba gravoso que al mensajero se le iluminara el rostro por tu belleza mientras yo

estaba privado de ella»...

Consejo

Autor: 

Qué no pasemos mal la vida de este mundo,

empleemos la mano de la bondad para nuestros esfuerzos.

Ni lo bueno ni lo malo es eterno,

entonces será mejor que la bondad quede como recuerdo.

Aquel tesoro, los dinares y el castillo

no te servirán de nada...

 

Historia del schaikh San’an (Segunda parte)

Todos los amigos del schaikh se interesaron por él y se reunieron esa noche a causa de sus quejas. Uno de ellos le dijo: “¡Oh gran schaikh, levántate y expulsa la tentación de que eres presa! Levántate y haz la ablución legal de esta tentación". El schaikh le respondió: "Sabe, ¡oh impaciente! que esta noche he hecho cien abluciones con la sangre de mi corazón".   Otro le dijo: " ¿Dónde está tu rosario? ¿Pues cómo podrías conducirte bien sin rosario?" El respondió: "He echado al rosario de mi mano para poder ceñirme el `zunnar' cristiano". Otro le dijo aún: " ¡Oh viejo santo! si has pecado, arrepiéntete sin demora". El schaikh respondió: "Actualmente me arrepiento de haber seguido la ley positiva; quiero dejar la absurda posición donde estaba". Otro le dijo: " ¡Oh tú que conoces los secretos! despiértate y levántate para la oración". Él dijo: "Dónde está el `mihrab' de la cara de mi amiga, para que desde ahora no tenga otra preocupación que hacer allí el `namaz'?"

Otro le dijo: "¿Hasta cuándo mantendrás este discurso? Levántate y ve a adorar a Dios en secreto". El schaikh dijo: "Si mi ídolo estuviera aquí, me convendría entonces, en efecto, hacer adoración ante ella"...

El amor centinela

Un soldado encargado de hacer centinela se enamoró perdidamente, estando así día y noche sin sueño y sin reposo. Uno de sus amigos le dijo: " ¡Oh tú que estás privado del sueño! duerme al fin una noche por lo menos". -"El amor -respondió-, le va a mis funciones de centinela; ¿pues pueden permitir dormir estas dos cosas? Puesto que el sueño no le conviene al soldado que hace centinela, es ventajoso que esté enamorado. Con tal sentimiento que consiste en jugar su vida, se ha amparado de mí, se identifica con mis funciones y mis funciones entran en su dominio. ¿Cómo encontraría yo aunque sólo fuera un poco de sueño si no puedo cogerlo de ningún lado? Cada noche el amor me pone a prueba y me hace observar así la consigna". A veces, en efecto, este enamorado iba y golpeaba con su cachiporra; otras veces, de dolor, se golpeaba el rostro y la cabeza. Si, por azar, privado como estaba de sueño y de comida, se dormía un instante, soñaba con su amor. No dejaba pasar a nadie en toda la noche sin gritar: "¿Quién vive?", a menos que durmiera...

Canto de Omar Khayyam (4)

Autor: 

La aurora: felicidad y pureza. Un inmenso rubí cintila en cada copa. Coge dos ramas de sándalo: haz con una de ellas un laúd y deja que la otra te perfume.

Lámparas que se apagan, esperanzas que se encienden: la aurora. Lámparas que se encienden, esperanzas que se apagan: la noche.

Cuando vaciles bajo el peso del dolor, y estén ya secas las fuentes de tu llanto, piensa en el césped que brilla tras la lluvia; cuando el resplandor del día te exaspere, y llegues a desear que una noche sin aurora se abata sobre el mundo, piensa en el despertar de un niño.

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