Poesía

Retrospección

Cuando era un niño

La tierra era la misma

y el cielo, éste mismo.

pero, ¡qué sorpresa! estaba lleno de mariposas

Y el vidrio de cada ventana

tuvo un sol y una sonrisa.

El aire del arriate

fue el mejor desayuno.

Todo era preexistente

todo era eterno:

tanto las escamas de los peces

como los ladrillos militares del patio.

Papa para siempre era "papa".

y yo estaba encantado

en el vidrio de la niñez.

En un fugaz momento de la flor y la sonrisa

De repente, en un rayo de la flor y la sonrisa

ellos regresan

en la calle, un río de arcoiris

El cielo toca la pandereta

Con siete manos verdes ocultas

los muertos y los vivientes se unen en un coro

El cielo de los hombres vestidos de caqui

lavando sus caras en la lluvia de fuego

ojalá ellos vuelvan

a poner sus pañuelos sangrientos

sobre la corona partida de la tierra.

En un rayo de la flor y la sonrisa

ellos vuelven del frente de guerra

las heridas silenciosas florecen

los cuerpos decapitados florecen

¡ Las manos y las piernas del hermano florecen!

Las riquezas (segunda parte)

Autor: 

... El acusado dijo:

  "¡Oh, hijo siervo de Dios! Desde hace siete años, suplico a Dios de amanecer a amanecer. Pido que dé subsistencia sin que yo tenga que preocuparme de ella. Eso lo saben hasta los pequeños de este lugar. Todos han escuchado mis plegarias y se ríen de mí. Mientras rezaba entro este animal a mi morada. Al responderse mis plegarias tomé lo que Dios me había enviado.

El Profeta David (P) dijo:

  "¡Lo que dices no es claro! Ante la ley este acto es injustificable. No puedes tomar algo sin saber quiénes su dueño .Debes devolver a este hombre el equivalente de lo tomado"

  El pobre respondió:

  "¡Dios mío! Tú que ves todo lo oculto. Devela la verdad a tu siervo David. "   Las súplicas del hombre conmovieron a David que buscó la soledad para meditar.

Dios le otorgó la verdad y le señaló al verdadero culpable.

¡Ven a Shiraz!

¡Que conserve Shiraz su condición sin par!

 

¡Oh Dios, apártala de la ruina!

De aojamiento preserva al Roknabad

pues otorga su agua, tal la de Jezr, la vida.

Entre Yafaravad y Mosalla, desde el norte,

almizclada sopla aquella brisa.

Ven a Shiraz y busca del Espíritu el efluvio

en los hombres de sabiduría.

¿Quién el nombre mentó del azúcar egipcio

y, ante los bocas dulces, vergüenza no sentía?

Las riquezas ( Primera parte)

Autor: 

Érase en tiempos del Profeta David (P), un hombre elevaba a Dios la siguiente súplica:

“¡Oh, Dios! Bríndame riquezas sin llegar al matrimonio. ¿Acaso tú no eres quien me creó holgazán e inútil? Es común que no se monte de igual manera un burro débil y un corcel pleno de fuerza. ¡En verdad soy holgazán, pero no ello dejo de dormir bajo tu umbral!”

De esta forma era su plegaria día y noche por lo que era objeto de burla por sus cercanos .En su crítica le injuriaban de la siguiente manera: “La riqueza que convocas está cerca. Búscalo abajo”

La fama de aquel hombre se extendía por todo rincón .Un día en el que suplicaba, una toro furioso destrozó su puerta con los cuernos y entró en tropel a su casa. El hombre lo atrapó, le ató las patas y, sin lo degolló con rapidez. Luego lo llevó a la carnicería.

El cuento de la noche vieja

Oh el que se perdió en las maravillas verdes estelares.

La figura de la ignorancia personifica la roca virgen.

 El corazón de agua suspirando por el reflejo de un jardín

 Los sabores de manzana todos los días de la ilusión en la boca.

Oh viejo miedo. Mis dedos fueron entumecidos cuando viniste a mí.

 Esta noche mis manos no conocen el miedo:

 Esta noche arrancan las frutas de las ramas de los mitos.

Esta noche cada árbol da las hojas que mis temores.

 Discurso audaz descongela en la reunión de la quema de los ojos

Oh inicios de colores. Proteja los ojos de la magia negra:

Todavía estoy soñando con bendiciones nocturnas , desconocida.

 Todavía estoy sediento de aguas onduladas.

 Mis botones parecen antiguas palabras mágicas.

 En los prados tuvimos nuestra última fiesta carnal antes de que comenzaran las palabras.

El perro de Mahnún

Autor: 

Majnún el demente andaba en las calles con un perro. Lo agarraba entre sus brazos y lo acariciaba como lo hace un novio con su amada. Fue entonces que pasó un hombre por allí y le imprecó:

"¡Oh, Majnún! ¿Qué locura está haciendo? ¿No sabes que tocar a un perro es prohibido?”

A continuación le explicó lo perjudicial del can para la ley y la salud. Majnún muy sereno le dijo: "¡Tú eres un adorador de lo visible! ¡Si tuvieras mi visión, sabrías que este perro es el secreto del Altisímo y a la vez donde habita mi Layla!"

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