Poesía

El rey de Persia

Se cuenta que un rey de Persia alargaba su tiránica mano para arrebatarles las posesiones a sus súbditos, y comenzó a oprimirlos de esta manera, hasta tal punto que la gente emigraba a causa de sus extorsiones y para alejarse de las penurias. Cuando los súbditos escasearon, vióse mermada la prosperidad del país, las arcas vacías, y los enemigos crecidos en cuantía.

Aquel que desea en la calamidad ser socorrido

en la bonanza, generoso tendría que haber sido.

Si a un esclavo bien no lo tratas, se te va;

sé afable pues si no, un extraño tu esclavo será.

 

Un día en la asamblea se estaba leyendo del Sahnámé, un pasaje que trataba sobre la decadencia del reinado de Zohak y sobre la era de Freydun. El visir le dijo al rey: «¿Sabrías decirme por qué Freydun, que no tenía tesoros ni riquezas ni propiedades, pudo sentarse en el trono?». Dijo [el rey]: «Como has oído, las gentes se congregaron a su alrededor, lo apoyaron con entusiasmo y así se hizo rey». Dijo [el visir]: «¡Oh rey!, ya que el hecho de que la gente se agrupase a su alrededor es necesario para llegar a ser rey, ¿Por qué ahuyenta la población? ¿Quizá no quiera ser el rey?».

Cuida del ejército como de tu propia vida,

ya que el sultán mediante él domina.

El rey preguntó: «¿Cuál es la razón por la cual se congregan el ejército y los súbditos?».

A lo largo de la orilla del río

A lo largo de la orilla del río se desliza una vieja tortuga, el día está soleado.

El arrozal está cálido .La vieja tortuga goza en el cálido regazo de su sol, duerme tranquila a la orilla del río.

A lo largo de la orilla del río estoy solo yo, cansado del dolor del deseo, esperando mi sol.

Mas mis ojos no lo ven por un instante.

Mi sol ha ocultado su rostro de mí en aguas distantes.

Para mí todo es claro por doquier, si me detengo (en mi permanecer), si me apresuro (en mi apresuramiento), solamente mi sol no es claro a lo largo de la orilla del río.

Desierto de silenciosos

¡Levántate y en la copa de oro el licor del gozo vierte, antes de que ese cráneo en la tierra se asiente!  

Desierto de silenciosos será al fin nuestra morada, vaya en tanto el clamor nuestro a la cúpula miniada.  

Precario es el tiempo, ¿sabes?, de esta mansión que posees, del corazón de la copa el fuego arroja en tus bienes.  

Aparta ya el ojo impuro del que es Alma de las almas y a través del claro espejo, con claridad, ve su cara.  

Hice ablución en mis lágrimas, pues dicen los de la vía: purifícate primero, después, al que es puro, mira.  

Por tu verde torso, cuando me torne tierra, oh ciprés, arroja tu sombra en ella, y olvida tanta altivez.  

La serpiente de tu bucle nuestro corazón mordió.  Adonde se halle el antídoto, por tu boca, arrójalo...

Un derviche a la puerta

Autor: 

Un derviche toca a la puerta de una casa

Y pide un pedazo de pan seco o húmedo

No importa.

“Esto no es una panadería” dice el propietario

“¿Podría tener un pedazo de cartílago entonces?

“¿Le parece esto una carnicería?”

“Un poco de harina”

“¿Escucha Usted algún molino?”

”¿Agua?”

“Esto no es un pozo”

Cualquier cosa que el derviche pidiera,

El hombre sólo hacía alguna broma de mal gusto

Y evitaba darle algo.

Finalmente el derviche penetró en la casa,

Subió su vestidura y se agachó

Como si fuera a defecar...

¡Vuélvete!

¡VUÉLVETE!  

El cáliz en la mano, llegó mi amado al convento de los magos ebrio de vino y los comensales ebrios de su ebrio narciso. 

De su caballo, en la herradura, creciente la luna clara; y por su altura, del cedro la altura baja. 

Se levantó, y la vela de los corazones de todos se sentó.  Él se sentó, y el grito de los contempladores se levantó.  

La algalia emite alto perfume, pues se enrosca a su bucle; El khol dibuja un arco, que el de su ceja asume. 

Mas ¿por qué digo soy, si de mí mismo no he noticias? Y ¿por qué digo no es, si con él tengo la vista? 

Vuélvete, y que la vida en fuga de Hafiz vuelva, Aunque la flecha que salió del pulgar nunca regresa.

El sabio de la India

El encorvado cielo se enderezó de alegría
cuando la madre naturaleza te alumbró,
y el creador del mundo en su sabiduría,
a su siervo sobre los demás favoreció.
Dicha eterna alcanza quien vive con decencia,
pues el buen nombre revive a quien se ha marchado.
Y, celebren o no los sabios tus excelencias,
no necesita de afeites un rostro agraciado...

Rubaiyat sobre el tiempo

Autor: 

Confórmate en este mundo con pocos amigos. No busques prolongar la simpatía que alguien te inspiró. Antes de estrechar la mano de un hombre, piensa si ella no te golpeará un día.  

Antaño, este jarrón era un pobre amante que gemía ante la indiferencia de una mujer. El asa del borde, era el brazo que ceñía el cuello de su bienamada.

Cuán mísero el corazón que no sabe amar, que no puede embriagarse de amor! Si no amas ¿cómo podrás comprender la luz enceguecedora del sol y la suave claridad lunar?

Toda mi juventud retoña hoy. ¡Escancia vino! No importa cual... ¡No soy delicado! ¡En verdad, al mejor lo encontraré amargo como a la vida!

Sabes que careces de poder sobre tu destino. ¿Por qué la incertidumbre del mañana ha de causarte inquietud? Si eres sabio, goza del momento actual. ¿El porvenir? ¿Qué puede traerte el porvenir?...

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