El simbolismo de la palmera en el capítulo octavo de Futûhât (la palmera imaginal en Ibn Arabí, su simbolismo)

El simbolismo de la palmera en el Islam es enorme. Quizás haya sido Ibn Arabi (1165-1240) quien primero desveló con mayor rotundidad su "ámbito imaginal", y así lo hizo en sus "Revelaciones de la Meca" (al-Futûhât al-Makkiya). Nos complace mucho poder transcribir la traducción de dicho texto esencial y el breve comentario que sobre él realiza Pablo Beneito Arias, con algunas anotaciones, y lamentamos no poder mostrarlo con la transliteración minuciosa realizada por Beneito (en cuanto podamos, lo haremos).

Introducción

En el Corán, la palmera -asociada en general a otros frutales: la vid, el granado, el olivo...- se menciona en veinte ocasiones (1). Especialmente significativo resulta el pasaje que relata el parto de María al pie de una palmera que la alimenta con sus frutos milagrosamente (2). El nacimiento de Jesús está, así pues, vinculado a la palmera. No voy a extenderme ahora en el estudio de las referencias que, sobre la palmera, nos brindan la Sunna y la tradición literaria árabe. Para dar una idea de las dimensiones del significado simbólico de la palmera con relación al texto del "Ijtisar", me contentaré aquí con traducir el comienzo del cap. VIII de Futuhat makkiyya. En su obra "Corps spirituel et Terre céleste" (3), Henry Corbin comentó y tradujo parcialmente este capítulo VIII.

Traduzco, dando necesaria prioridad a la literalidad sobre la literariedad, los versos con que Ihn 'Arabi introduce este capítulo titulado "Sobre el conocimiento de la Tierra que fue creada con un resto de la levadura (jamira) de la arcilla de Adán y que se llama Tierra de la Realidad". Dice el poema (4):

(1) "¡Oh hermana mía, o mejor, tía paterna inteligible! Tú eres nuestra Antecesora y Guía (5) que ignorada permanece.

(2) Los hijos [de Adán], oh hermana de su padre, miran hacia ti (6). Mas [la mayoría de ellos] tiene una débil aspiración (7).

(3) salvo unos pocos que, por la disposición innata de sus almas, tienden hacia ti.

(4) ¡Dime, oh tía! ¿Cómo su secreto tu querido hermano (8) en ti manifestó, haciendo que en verdad se revelara (9)

(5) de modo que, a semejanza de tu esencia, un mundo apareciese cuya delegación (tawkil) (10) al Señor de los hombres satisfizo?

(6) Tú eres la Imama y el Imam es tu hermano y aquello sobre lo cual (11) tiene precedencia, todo ello son imágenes extraídas de sí mismo".

De esta Palmera procede la Tierra de la Realidad, el dominio inteligible de la Imaginación activa, la dimensión espiritual en la cual tienen lugar las visiones teofánicas y el viaje visionario. En esta Tierra los inteligibles cobran forma sensible: "Toda forma corporal (yasad) que adoptan las entidades espirituales -ya sean ángeles o genios- y toda forma (sura) en que el ser humano se ve a sí mismo en el sueño son de esta Tierra" (Fut. 11:4 18).

Traduciré sólo el comienzo de la prosa (12): "Sabe que, cuando Dios creó a Adán, que fue el primer ser [lit. 'cuerpo' humano formado] -y que hizo Dios origen de la existencia de todos los seres [lit. 'cuerpos'] humanos-, sobró un resto de la levadura de su arcilla. Con este resto Dios creó la palmera ("najla"), de modo que la palmera es la hermana de Adán y, por tanto, nuestra tía paterna (13). La revelación profética la denomina "tía" y la asimila al "creyente (mu'min) .Esta planta encierra secretos que ninguna alberga. Después de la creación de la palmera, quedó oculto un resto de la arcilla con que había sido formada, la medida equivalente a un grano de sésamo, y en ese resto expandió Dios una Inmensa Tierra: Si en ella se colocaran el Trono divino y cuanto contiene, el Escabel, los cielos y las tierras, cuanto hay bajo la tierra, todos los paraísos y el Fuego, todo ello juntamente sería con relación a la inmensidad de esta Tierra tan diminuto como un anillo perdido en un desierto de la nuestra".

Baste esta cita para vislumbrar el alcance del símbolo de la Palmera, origen de la Tierra de la Realidad, el Mundo Imaginal en donde, según Ibn 'Arabi, tiene lugar la verdadera adoración de Dios.La palmera está asociada, según hemos visto, a Adán, a Jesús, al Mundo de la Imaginación, y también a La Meca y, en general, a la arabidad.

 

NOTAS

(1).- Véame los términos "najl" (C. 2:99.6:141. 18:32. 20:71. 26:148. 50:10. 54:20. 55:11 y 68. 69:7. 80:29). nafta (19:23 y 25) y naji/ (2:266. 13:4, 16:11 y 67. 17:91. 23:19. 36:34).

(2).- "Entonces los dolores del parto la empujaron hacia el tronco de la palmera. Dijo: "¡Ojalá hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo...!" Entonces, de sus pies, la llamó [ed. el niño recién nacido a Maria]: "¡¿No estés triste! Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyuelo. ¡Sacude hacia ti el tronco de la palmera y ésta hará caer sobre ti dátiles frescos, maduros! ¿Come, pues, bebe y alégrate!  (C. 19:23

(3).- H. Corbin "Corp spirituel..", Paris. 1979. 2ª parte. cap. 2. pp. 164-172.

(4).- Sigo la edición crítica de O. Yahya. "Fut. II": 383. p. 257. Compárese con la traducción parcial de Corbin que aquí completo y reviso.

 

(5) Dice el texto "Umayma", diminutivo de la palabra Imam en femenino, que tiene aquí carácter afectivo y familiar: "Tú eres nuestra querida Imama por nosotros ignorada". Es decir, nuestro Imam femenino, predecesora de la humanidad y, por ende, guía que la orienta, prototipo con cuya imagen se 'conforman' los seres humanos.

(6).- La descendencia de Adán miran hacia la Imáma así como los fieles miran hacia el Imám que dirige la oración orientado hacia la qibla.

(7).- La mayoría aspira a conocerte confrontándose con su indisposición espiritual para la búsqueda.

(8).- Dice lit. 'el hermanito´ (al-Ujayyu).

(9).- Lit. `haciendo que descendiera'. Este `descenso' ("tanzil") de la palmera corresponde al descenso adánico desde el paraíso.

(10).- Alusión a la condición del ser humano en tanto que delegado y lugarteniente (jalifa) de Dios en la tierra. Aquí se refiere en particular a la precedencia del Imam primordial que es el Adán primigenio y a la palmera, hermana del Hombre e Imamn femenino.

(11).- O bien, 'aquellos sobre quienes...'.

(12).- Remito al lector interesado en conocer el resto de este capítulo tan revelador a la extensa traducción parcial de Corbin que puede consultar tanto en el original francés como en su versión española. Véase II. Corbin. "Cuerpo espiritual y Tierra celeste". Siruela, Madrid, 1996, pp. 159-167.

(13).- Dice el hadiz: "Honrad a vuestra tía la palmera, ya que ella ha sido creada con el resto de la arcilla de Adán" . Cf. Ibid., p. 165, nota 1 (véanse también las notas, 3, 4 y 5).

 

Fuente: "El Ijtiṣār sīrat rasūl Allāh de Ibn ʿArabī y el milagro de la palmera de Sevilla",

Edición Sevilla, Universidad de Sevilla, Secretariado de Publicaciones, 2001.

Fundación Cultural Oriente

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