Poema Marino
En el puerto azul de tus ojos
hay lluvias de melodiosas luces,
soles aturdidos y velas
pintando su viaje hacia el infinito...
En el puerto azul de tus ojos
hay lluvias de melodiosas luces,
soles aturdidos y velas
pintando su viaje hacia el infinito...
Cada día
me siento con un amigo italiano, Roberto.
Cada día
llevo esbozos de poesía
y me los como en lugar del desayuno...
Roberto conoce mi rostro,
mide el viaje de mi tristeza en metros...
Si mi época no es bella,
¿cómo quieres que la embellezca?
Si me siento sobre las ruinas,
escribo sobre las ruinas
y me enamoro sobre las ruinas,
¿cómo voy a regalarte un ramo de flores?...
En el puerto azul de tus ojos
hay lluvias de melodiosas luces,
soles aturdidos y velas
pintando su viaje hacia el infinito...
si es posible que la rosa se levante de su cama
y despierte el perfume.
¿Es posible que las letras vuelvan de su lejanía
y se desborde la tinta?
¿Es posible que recobremos nuestra vida,
si ellos han borrado
las más bellas líneas del libro de la vida?
Cada día
camino sobre las hojas secas.
Cada día
hablo con el lenguaje de la hierba
y entiendo los sentimientos de los árboles.
Cada día
construyo una esperanza con los colores del espectro
y un pueblo de flores...
Cada día
guardo en él la montura del mar.
La policía dice: no hay mares...
Yo tenía un palacio
que albergaba a las mujeres más bellas del mundo:
árabes, bizantinas, turcas y kurdas.
En mi palacio había juguetes fabricados en París
y un ejército de gatos de Damasco.
Era el único hombre de la historia
sin hijos, criados ni descendientes.
Yo no vivo en ningún sitio:
mi dirección es lo inesperado.
Navego como el pez salvaje por esta extensión,
en mi sangre hay fuego y en mis ojos chispas.
Voy en busca de la libertad del viento
que dominan todos los gitanos.
Corro tras una nube verde,...