Hafez Shirazí; El intérprete de los secretos
Cuenta Gertrud Bell una leyenda según la cual el joven Hafez, para conquistar a una muchacha, decidió pasar cuarenta noches en un lugar situado a cuatro millas de Shiraz, llamado Pir-e Sabz, porque allí se aparecía el profeta Jezr y concedía al que hubiera cumplido tal cupo de velas el don de la poesía. Aunque al llegar a la noche treinta y nueve la muchacha se le rindió, él siguió su ritual una vez más hasta que, en efecto, Jezr puso en sus manos la copa que contenía el agua de la inmortalidad. Será leyenda la leyenda, pero que Hafez pudiera posponer por un día el amor a la poesía es algo que se detecta en sus poemas, los cuales, en general de amor, son en primer lugar una creación literaria de gran magnitud. Comparables a los hermosos alicatados de las mezquitas iraníes, los versos de Hafez están tan llenos de destellos y de movimiento que nos atrapan; ...