LOS NIÑOS DE MI PATRIA
¡Oh! niños de mi patria
donde el sol no sale
y la primavera
no la da visitas.
Vosotros que vendéis vuestra niñez
por hogazas de pan
y por latas vacías y oxidadas
dejadme abrazaros entre mis manos y lloro.
Habéis olvidado
los nombres de vuestras escuelas,
los momentos de la inocencia,
y ante todo
habéis olvidado que
aún sois niños.