Mehrdad Avesta

Hablar del dolor

Regresa, porque mi rostro es amarillo como las hojas del otoño

Con tus recuerdos, el compañero de mi corazón es un aliento frío

Si yo he vuelto a tí, es debido a mi necesidad

Si te produzco un dolor de cabeza, es debido a mi dolor

Entre los peregrinos del amor en esta llanura solo las lágrimas rojas son los verdaderos caminantes.

¿A quién se puede hablar del terreno de mi pensamiento, de tales gritos desconcertados, de furia y batallas sangrientas? 

Mi simpatizante y mi fiel compañero es solo el dolor

Pero salvo el dolor, ¿quién supo qué tipo de hombre fue este?...

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