Yadol-lah Royai.

Estrella lejana

Las imágenes gritan en los espejos

Libérennos del marco dorado-

Eramos libres en nuestro mundo Los muros viejos y ciegos gimen:

-¿Por qué nos han cautivado? a nosotros, ladrillos de fango.

Nos alegraba nuestra inexperiencia 

Cada estrella, con los ojos húmedos, se ha aferrado al viento suplicando

¡Oh viento! Nosotras no éramos así desde el principio nosotras hemos sido las lágrimas después del grito.

En la ignorancia de que también el viento, desde hace mucho tiempo ha perdido la paciencia intimidado por dolor, dice que nosotros hemos sido viento a los oídos del mundo.

Yo no soy viento pero siempre he estado sediento del grito...

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