Poema inmaturo

Si te veo en sandalias

es que vas para el jardín

con tu paso de primavera,

es que vas hecha un sol

con tu olor de rosa

flotando entre los aires

y perfumando los suspiros

de tu casa

que viste blusa blanca

como vos

mientras tu pelo de seda bruna

se hace secreto

con el velo que es cuna

que mece el viento;

y te musita el cielo,

te arrullan los cometas

de colas de torogoz.

Tu amor me interesa

Teresa

- cabeza de rocío -

que me hacés estallar

los sentidos

cuando oigo tu voz

recitando las aleyas

que hablan del día

en que todos

retornaremos

a Dios.

¡Ay!, yo ese día

quiero estar con vos

mi alma de mermelada

y con nuestros hijos

que son las estrellas

que guían al navío

de nuestra labor.

Y yo colecciono

tantas remembranzas

(corpóreas mariposas

con tu rostro)

esculpidas en el alcázar

de mi corazón. 

Teresa,

la que reza como ola

que colisiona

contra los estertores

del cínico imperio

y ausculta los crípticos

albores y penumbras

de mi sino

-entre palpitantes aguaceros,

flores y melodramas-

con

sus lentes

de astrónoma transeúnte

descubre

los vacilantes valladares

de mi ente.

Y no miento

sólo intento

decirte

-pero no sé cómo-

que

te amo compañera,

tierna esposa mía.

¡Ay qué fastuosa

hizo Dios la mar!,

la mar que es la alfombra

donde se prosternan

los luceros

cuando Le adoran...

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Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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