Magia inefectiva
Llena la copa
porque este agua de fuego
¡hace mucho que no cura mi angustia!
Estas copas, vaciadas una tras otra,
son un mar del fuego que yo vierto en mi boca.
El remolino roba y las olas no me llevan
Yo, con el corcel obstinado y mágico del vino,
he llegado al universo infinito de la imaginación,
hasta la llanura estrellada de las reflexiones calientes,