Arden las palabras
Poesía, inmortal cadáver, me aburres.
Líbano arde,
Brinca cual yegua herida al borde del desierto
Mientras yo busco a una chica robusta
Para rozarla en el autobús,
A un hombre de rasgos árabes
Para derribarlo en cualquier sitio.
Poesía, inmortal cadáver, me aburres.
Líbano arde,
Brinca cual yegua herida al borde del desierto
Mientras yo busco a una chica robusta
Para rozarla en el autobús,
A un hombre de rasgos árabes
Para derribarlo en cualquier sitio.
Como lobos en una estación seca
germinamos por todas partes
amando la lluvia,
adorando el otoño.
Un día incluso pensamos en mandar
una carta de agradecimiento al cielo
y en lugar de un sello
pegarle
una hoja de otoño.
