Cuento del amigo y la amante
Cuento del amigo y la amante
Uno le dijo a su amigo, a quien hacía mucho tiempo que no veía: «¿Dónde estabas, que
estaba deseando verte?». Le respondió: «Es mejor desear que estar harto».
Oh ídolo ebrio, has llegado tarde;
no soltaré tan pronto tu manto.
Que la amada, vista de tarde en tarde
es mejor que aquella que de verla estamos hartos.
Cuando la amada viene con sus amigos, viene para afligirme, pues éstos acaban
encelándose o enemistándose conmigo.
Cuando vienes con tus amigos de visita,
aunque vengas en son de paz a todos irritas.
Si por un instante se mezcla con otros mi amante,
poco faltará para que los celos me maten.
Ella rió y me dijo: «Sa’dí, soy la vela de la asamblea,
¿qué me importará que una polilla muera?».
Fuente: Golestán (La rosaleda), Sa’dí Shirazí, Editorial El Cobre, España, 2012