De cómo Balam, hijo de Baur, rezó diciendo: «Haz que Moisés y su gente se marchen, sin haber logrado su deseo, de esta ciudad que han sitiado»

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 De cómo Balam, hijo de Baur, rezó diciendo: «Haz que Moisés y su gente se marchen, sin haber logrado su deseo, de esta ciudad que han sitiado»

      Los pueblos del mundo eran súbditos de Balam, hijo de Baur, pues era el Jesús de la época. Solo se inclinaban ante él; su encanto curaba a los enfermos. Por orgullo se enfrentó a Moisés y le ocurrió lo que conocéis. En el mundo, manifiestos u ocultos, ha habido cien mil como Iblis y Balam. Dios hizo que esos dos fueran famosos para que testificaran contra los demás.

            Colgó a estos dos ladrones de la horca como advertencia, pero muchos quedaron excluidos de Su venganza. A ambos los arrastró de los pelos hacia la ciudad, pero es imposible enumerar las víctimas de Su cólera. Tú eres un favorito de Dios, pero dentro de tus límites. Teme a Dios y no pongas el pie fuera de esos límites. Si combates con uno más favorito que tú, caerás a lo más bajo de la séptima Tierra.

            ¿Cuál es el propósito del cuento de Ad y Thamud? Que sepas que los profetas desprecian a los malvados. Estas señales, la Tierra tragando pecadores, o arrojándoles piedras y rayos, son prueba del poder del Alma Racional. Mata a todos los animales en interés del hombre, mata a toda la humanidad en interés de la Razón.

            ¿Qué es la Razón? La inteligencia universal del hombre que está dotado de razón. La parcial también es razón, pero no es firme. Todos los animales que son salvajes para el hombre son inferiores al animal humano. Su sangre es libre, pues no son capaces de acciones humanas. El honor de las bestias feroces ha caído porque son hostiles al hombre. ¿Qué honor tendrás tú puesto que te has vuelto como asnos salvajes timoratos?

            Por su utilidad, no hay que matar al burro doméstico, pero cuando se vuelve salvaje, su sangre es lícita. Aunque el asno carece de conocimiento que le contenga, el Bondadoso no le excusa. ¿Cómo, pues, excusará al hombre, oh noble amigo, cuando se vuelve salvaje a la Palabra?

            Por necesidad se dio permiso para derramar la sangre de los infieles como la de las bestias salvajes, con flechas y lanzas. Sus mujeres e hijos son despojos libres, porque son adversos a la augusta Razón. De nuevo una razón que huye de la Razón se transporta de la racionalidad al grado de los animales.

 

Fuente masnavi. Traducción: Carmen Liaño

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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