De cómo el árabe llevó una jarra de agua de lluvia del desierto como obsequio para el Comendador de los Creyentes en Bagdad, pensando que en esa ciudad también escaseaba el agua

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 De cómo el árabe llevó una jarra de agua de lluvia del desierto como obsequio para el Comendador de los Creyentes en Bagdad, pensando que en esa ciudad también escaseaba el agua

            La mujer dijo: «Cuando las personas se alzan con toda su fuerza purgadas de la existencia propia, eso es veracidad. Tenemos la jarra de agua de lluvia: es tu propiedad, tu capital y tus medios. Llévala y márchate, haz de ella un obsequio y preséntate ante el rey de reyes. Di: “No tenemos más recursos que esto: no hay nada mejor en el desierto que este agua”. Aunque su tesoro esté repleto de oro y joyas, no tendrá agua como esta: es muy escasa».

            ¿Qué es la jarra? Nuestro cuerpo confinado; dentro se halla el agua salobre de nuestros sentidos. Oh Señor, acepta este cántaro mío por la gracia de «Dios ha comprado (las vidas y riqueza de los creyentes a cambio del paraíso)». Es una vasija con cinco picos, los cinco sentidos: mantenla pura y a salvo de suciedad, para que por ella se abra un paso hacia el mar y, así, cuando se la obsequies al rey, este la encuentre pura y la compre. Después su agua no tendrá fin; llenaré cien mundos con mi jarra. Sella los pitorros y mantenía llena del bocal de la realidad; Dios dijo: «Cerrad los ojos al deseo vano». Su barba estaba llena de viento, orgulloso: «¿Quién posee un regalo como este? En verdad es digno de un rey como él».

            La mujer no sabía que el gran río de agua dulce atraviesa Bagdad, lleno de barcas y redes de pescar. ¡Ve al sultán y contempla la pompa y estado! ¡Descubre el significado de (aquellos para los que Dios ha preparado jardines) bajo los cuales fluyen ríos! Nuestros sentidos y percepciones, tal como son, no representan más que una gota de esos caudales. 

Fuente . Masnavi Traduccion Carmen Liano

 

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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