De cómo el Profeta, la paz sea con él, le ordenó a Alí, que Dios otorgue honor a su persona, diciendo: «Cuando todos buscan acercarse a Dios mediante un acto devoto, tú busca el favor de Dios asociándote con Su siervo sabio y elegido, para que puedas ser
De cómo el Profeta, la paz sea con él, le ordenó a Alí, que Dios otorgue honor a su persona, diciendo: «Cuando todos buscan acercarse a Dios mediante un acto devoto, tú busca el favor de Dios asociándote con Su siervo sabio y elegido, para que puedas ser el primero en llegar»
El Profeta le dijo a Alí: «Oh Alí, tú eres el león de Dios, un guerrero valiente, pero no confíes en tu corazón de león; ven a la sombra de la palmera de la esperanza. Ven bajo la sombra del Sabio a quien nadie puede apartar del camino. Su sombra sobre la Tierra es como la montaña Qaf, su espíritu como el Simurgh que vuela muy alto. Aunque enumerara sus cualidades hasta el día de la resurrección, no tendrían fin. El Sol se ha velado en el hombre: entiéndelo y Dios sabe mejor lo que es correcto. Oh Alí, por encima de todos los actos devotos en el camino, elige la sombra del siervo de Dios. Todos se refugiaron en un acto de devoción y descubrieron algún medio de librarse. Refúgiate en la sombra del sabio para que puedas escapar del enemigo que te acecha en secreto. De todas las acciones devotas, esta es la mejor para ti: precederás a los demás».
Cuando el Pir te haya aceptado, atiende, sométete a él: ve, como Moisés, bajo la autoridad de Khidr. Lleva con paciencia cualquier cosa que haga un Khidr sin hipocresía, para que Khidr no diga: «Márchate, esta es nuestra separación». Aunque hunda el barco, no digas nada; aunque mate a un niño, no te arranques los cabellos. Dios ha declarado que su mano (la del Pir) es como la Suya, pues dijo la mano de Dios está sobre sus manos: La mano de Dios hace que el niño muera y luego le da vida. ¿Qué vida? Le convierte en espíritu eterno.
Si alguien, como rara excepción, ha recorrido este camino solo, llegó por la ayuda de los corazones de los Pirs. La mano del Pir no se retira de los ausentes (los que no están bajo su autoridad): su mano no es más que el asimiento de Dios. Puesto que dan tal manto de honor a los ausentes (¿qué no darán a sus discípulos?): sin duda el presente es mejor que el ausente. Ya que conceden alimento (espiritual) a los ausentes, mira qué obsequios deben poner ante el que está presente. ¿Cómo se puede comparar quién se dispone (al servicio) ante ellos con el que está fuera de la puerta?
Cuando hayas elegido Pir, no seas pusilánime, no seas débil como el agua y desmenuzable como la tierra. Si cada golpe te enfurece, ¿cómo te convertirás en espejo si no te pulen?
Fuente Masnavi .Traducción Linao