Me casé contigo, Libertad
ME CASÉ CONTIGO, LIBERTAD
Yo tenía un palacio
que albergaba a las mujeres más bellas del mundo:
árabes, bizantinas, turcas y kurdas.
En mi palacio había juguetes fabricados en París
y un ejército de gatos de Damasco.
Era el único hombre de la historia
sin hijos, criados ni descendientes.
Era el príncipe del amor,
un día viajaba por las pupilas verdes
y otro por las pupilas color miel.
Allí estaban el perfume negro, las primeras lluvias
y las flores silvestres,
allí había ojos
que nadaban como gaviotas por mi circulación sanguínea,
allí había labios devoradores cual conchas marinas,
allí había un pez vivo bajo la axila
y acullá olor a mar,
allí había unos pechos que sonaban en torno a mí
como tambores africanos.
Yo era el santo de las palabras,
el sheij de las vías místicas,
lavaba con música el rostro de las ciudades de piedra,
era el observador, el explorador
y el poseído por el fuego eterno de la poesía.
Como Moisés
sembré en las aguas del Mar Rojo,
fui un Mesías antes de que llegara el cristianismo,
la mano de cada mujer que tocaba
se convertía en un lirio acuático.
Allí había mil mujeres en mi historia,
pero de todas las mujeres del mundo
sólo me casé con la libertad.
Fuente: Nizar Qabbani. Antología de poetas palestinos, Traducción del árabe por María Luisa Prieto
Fundación Cultural Oriente