Meditación del poeta
Meditación del poeta
Autor: Hakim Abolghasem Ferdowsi
Cuando la espada de los sesenta años se cierne sobre la cabeza de un hombre, no le trae vino, pues ya está borracho por sus años. La edad ha puesto en mi mano un bastón en lugar de una rienda; mis riquezas se han disipado, la fortuna me ha dejado. Soy como un soldado colocado en un claro en lo alto de una montaña: ve llegar un ejército inmenso, pero no puede tirar de la rienda de su caballo para hacerle volver y huir ante sus enemigos, aunque las puntas de sus lanzas toquen las pestañas de sus ojos. Cuando lleguen otros dos rápidos caballeros, sus sesenta enemigos ya le habrán hecho prisionero. El poeta está cansado de cantos, la voz del ruiseñor y el grito del león son lo mismo para él.
He bebido la copa de los cincuenta y ocho años y a partir de ahora ya no pensaré mas que en la tumba y el cementerio. ¡Ah! La rosa y el dulce perfume de los treinta! ¡Ah! La espada cortante de la palabra persa! El faisán no va tras la rosa de Jericó, es la flor del granado y el brote del ciprés lo que busca. Y yo pido a la luz del creador que mi vida dure el suficiente tiempo para que pueda dejar tras de mí una historia que perdure, de este antiguo y glorioso libro, pues cualquiera que ha hablado bien deja en este mundo una buena reputación. En el otro mundo también tengo un intercesor, el maestro del trono y de la espada cortante, pues soy el esclavo de la familia del Profeta, me prosterno en el polvo bajo los pies de ‘Ali. Ahora presta atención a las palabras del dehgân, escucha lo que dice el poeta.
Fuente: “Shahname” –Libro de los Reyes– del gran poeta Ferdowsi
Organización de Publicaciones, Teherán ,2013
Derechos Reservados.
Se permite copiar citando la fuente
Fundación Cultural Oriente