Rostam contra el dragón (segunda parte)

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Rostam se durmió por tercera vez, después de haberse cubierto el pecho con la coraza de piel de tigre volvió a rugir el dragón. Tú hubieras dicho que su aliento vomitaba fuego. Esta vez Rajsh huyó a través de la pradera, ya que no se atrevió a cercase al Pahlevan. Su corazón estaba destrozado por esta asombrosa aventura. Tenía miedo de Rostam y del dragón. Pero su amor por Rostam no le dejó descanso. Corrió hacia su amo, rápido como el viento, relinchando, haciendo ruido, desgarrando la tierra y abriendo todos sus cascos. Rostam se despertó de su dulce sueño y se encolerizó contra el fogoso caballo; pero Dios todopoderoso quiso que esta vez la tierra no pudiera esconder al dragón. Rostam lo diviso a través de la oscuridad y, sacando su espada, reacciono como una nube de primavera y lleno la tierra del fuego del combate. Él le dijo al dragón : ¨Dime tu nombre, ya que, ahora en lo adelante, no recorrerás más estas tierras a tu agradado. Mi mano no debe arrancar tu alma de tu negro cuerpo sin que sepa tu nombre. El malévolo dragón respondió: ¨Nadie puede salvarse de mis garras; desde hace siglos y siglos, este desierto es mi morada; el cielo sublime que lo cumbre es el lugar donde yo respiro. Ningún águila se atreve a volar por encima, y las estrellas ni siquiera en sueños lo miran ¨El dragón añadió: ¿Qué cuál es mi nombre preguntas ? Hará el favor que tu madre te llore. ¨Rostam le respondió: ¨yo soy Rostam, mi padre es Destan, hijo de Sam, mi antepasado es Nariman. Yo sólo constituyo un ejército que busca el combate y pisotea la tierra sentado sobre Rajsh, el valiente. Me veras vencedor en el combate, y hare rodar tu cabeza por el suelo. ¨El dragón se abalanzó sobre él para combatirlo pero finalmente, cuando Rajsh vio la fuerza del del cuerpo del dragón, que asaltaba de manera semejante al distribuidor de las coronas, se bajó sus orejas ¡Oh maravilla! se puso a desgarrar con sus dientes los lomos del dragón y a despedazar su piel como si fuera un león. y el valiente Pahlevan se asombró. Rostam golpeo al dragón con la espada y separo su cabeza del cuerpo y la sangre salió de su cuerpo como un torrente...

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