Rubaiyat
Rubaiyat
Por Omar Khayyam
Oh tú, la que en todo el universo escogí como objeto
predilecto de mi corazón; tú, más querida que el alma que me
anima y que los ojos que me dan la luz: nada existe más
precioso que la vida, y tú me pareces cien veces más preciosa, que
ella.
Sólo tristeza y desdicha nos ha producido este mundo, que
por un instante nos sirve de asilo.
Ningún problema de la creación nos ha sido explicado, y nos
iremos con el corazón lleno de disgusto por nuestra ignorancia.
Oh tú, predicador moralista: declara lícito uno solo de
nuestros deseos; detén tus impulsos y condúcenos por el
camino de Dios.
Nosotros marchamos lentamente y eres tú el que camina
desviado. Corrige tus rumbos y déjanos en paz.,..
Fuente: Rubaiyat Omar Khayyam, Traducción Raúl Cervantes Ahumada