Sobre las cualidades del Pir (guía espiritual) y el deber de obediencia a él
Sobre las cualidades del Pir (guía espiritual) y el deber de obediencia a él
Oh esplendor de la verdad, Husamuddin, toma unas hojas de papel y añádelas, describiendo al Pir. Aunque tu esbelto cuerpo no tiene fuerza, sin el sol de tu espíritu no tenemos luz. Aunque te has convertido en la mecha encendida y la lámpara, eres el líder (guía espiritual) del corazón: el final del hilo. Como el final del hilo está en tu mano y voluntad, las cuentas (de conocimiento espiritual) del collar del corazón vienen de tu generosidad. Escribe lo que corresponde al Pir que conoce el camino.
Elige un Pir y considéralo la esencia del camino. El Pir es como el verano y los demás son como los meses de otoño; la gente es como la noche y el Pir es como la Luna. He otorgado a mi joven fortuna (Husamuddin) el título de Pir (anciano) porque es viejo por la verdad, no por el tiempo. Tan antiguo que no tiene principio: no hay rival para tan única perla. Ciertamente, el vino añejo es más potente y el oro viejo más valioso; elige un Pir, pues sin un Pir este viaje está lleno de dolor, de miedo y de peligro.
Sin escolta te confundes incluso en una senda que has recorrido muchas veces: así pues, no viajes solo en un camino que no conoces en absoluto; no apartes la vista del guía. Necio, si su sombra no está sobre ti, el grito del demonio hará que tu cabeza dé vueltas. El diablo te apartará de la senda y te arrojará a la destrucción: ha habido muchos más hábiles que tú en el camino (que han perecido).
Aprende del Corán la perdición de los viajeros y lo que el malvado Iblis les hizo: los llevó muy lejos —un viaje de cientos, de miles de años— y los dejó desprovistos de buenas acciones. ¡Contempla sus huesos y su pelo! ¡Haz caso de la advertencia y no lleves a tu asno hacia ellos! Agarra el cuello de tu burro (la carne) y condúcelo por el camino, hacia los buenos guardianes y los conocedores del camino. ¡Ten cuidado! No sueltes al asno, no le quites la mano de encima pues le gustan los lugares donde la hierba es abundante. Si te descuidas y le dejas libre un momento, recorrerá muchas leguas en dirección a los pastos. El asno es un enemigo en el camino; haz lo contrario de lo que quiera el burro: seguro que es la senda correcta.
El profeta dijo: «Consultadlas y luego haced lo contrario: quien no las desobedezca se destruirá». No seas amigo de la pasión y el deseo, pues te desvían del camino de Dios. Nada en el mundo quiebra esta pasión como la sombra (protección) de los compañeros de viaje.
Fuente: Masnavi, Traducción Linao