El deseo y la importancia de caer
Una ventana se abre
Una cortina se corre
Las lámparas de los amantes se conectan,
No por sus bases cerámicas,
Sino en su luminosidad.
Ningún amante desea la unión con el Amado
Sin que el Amado desee también el amante.
El Amor hace al amante débil,
Mientras el Amado se vuelve fuerte.
El rayo de aquí golpea allí.
Cuando comienzas a amar a Dios, Dios ya
Te ama. El sonido de un aplauso no proviene
De una sola mano.
Un hombre sediento dice “agua deliciosa,
¿Dónde te encuentras?, mientras el agua
Se queja, ¿Dónde está el bebedor?”
La sed en nuestra alma es la atracción
Allí colocada por el Agua misma.
Pertenecemos a Ella y Ella a nosotros.
La sabiduría de Dios nos hace amantes
Unos de otros. De hecho, todas las partículas
Del mundo están enamoradas y en busca de
Amantes.
Los fragmentos de paja tiemblan en presencia
Del ámbar.
Temblemos como limallas de hierro que dan la
Bienvenida al imán.
Cualquier cosa que esa Presencia nos dé, la
Tomamos.
Los signos de la Tierra alimentan.
Los signos del agua limpian y refrescan.
Los signos del aire limpian la atmósfera.
Los signos del fuego calientan la sartén,
De modo que cocinemos sin quemarnos.
Y el Espíritu Santo ayude con todo,
Como un hombre joven que trata de mantener
A su familia
Nosotros, como la esposa del hombre joven,
Permanecemos en casa, cuidando de la casa,
Alimentando a los hijos.
La materia y el espíritu trabajan juntos,
En mi división de la labor.
Los amantes se besan y gustan del disfrute,
Antes de entrar en la cama y unirse.
El deseo de cada amante es
Que el trabajo del otro se perfeccione
Con esta cooperación entre hombre y mujer
El mundo se preserva,
La generación ocurre.
Las rosas y las flores azules florecen.
La noche y el día se funden en un mutuo abrazo.
Son diferentes, pero se aman mutuamente,
La noche y el día, como una familia.
Y sin su alternancia mutua no tendríamos energía.
Cada parte del cosmos corre hacia su compañero
El suelo dice al cuerpo, ¡Regresa!
Es mucho mejor para ti estar en el lugar del cual saliste.
El arroyo llama a la humanidad del cuerpo.
“Soy tu origen. Ven conmigo”.
Setenta y dos enfermedades son causadas
Por los diferentes elementos dentro del cuerpo.
La enfermedad se manifiesta,
Y los órganos caen en la desarmonía.
Somos como las cuatro diferentes aves,
Cada una de las cuales tiene una pata
Atada a las del resto.
Un manojo de aves que caen!
La muerte libera las ataduras, y ellas vuelan,
Pero antes de ello, su forcejeo es nuestra pena.
Considera como debe estar el alma
En medio de esas tensiones
Sintiendo su propio exaltado forcejeo.
Mi anhelo es más profundo,
Estas aves desean las dulces hierbas verdes
Y el agua que corre...
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