Están resueltos, de antemano, todos los acertijos
Todas las vías están abiertas
frente a mí, todos los acertijos, resueltos
de antemano: un golpe en la puerta que se abre...
La noche para el día, esposa.
Y así,
me sumerjo en río de sangre, sin hallar la puerta,
sin entrar de noche a la ciudad,
en un festival de ladridos de perros...