¡Quema ya el hábito, Hafez!
¡Quema ya el hábito, Hafez!
Autor: Hafez
Anoche se acercaba con el rostro en llamas
por ver si otro triste corazón había prendido.
Dar muerte al enamorado y alborotar la ciudad
era el ropaje a su medida cosido.
El alma de los que aman por ruda tenía su rostro,
por ello el fuego del rostro había encendido.
Las tinieblas de su bucle la fe asaltaban, y el de corazón tirano
el rostro como una antorcha ostentaba en su camino.
Aunque decía: te mataré de tormento, veía yo
que, en su fondo, consideraba mi corazón ardido.
El corazón mucha sangre acumulaba, la vista la derramaba.
¡Oh Dios! ¿Quién la ahorraba y quién la había consumido?
Tu amigo no vendas al mundo, que el que vendió a José
por unas falsas monedas no halló ningún beneficio.
Bien dijo, cuando dijo: ¡quema ya el hábito, Hafez!
La ciencia de falsedad, ¡oh Dios! ¿dónde la ha aprendido?
Fuente: "Divan" de Hafez Shirazi, Traducción de Gabriela Aguilar, Editorial Alianza, Madrid