Cantinela
Cantilena
«Todos los días son Ashura,
toda la Tierra es Karbalá»
I
No apagamos la memoria,
tu sacrificio aún duele con delirio
y el celestial océano de tu martirio
bañó de justicia la historia.
Reina ahí la demencia y vileza
y te arrastra a una epopeya
y el violento califa omeya
pide tu obediencia o tu cabeza.
Tu estampa ilumina el cielo
el suelo lo estampa tu huella
y la fe es tu límpida estrella
que va guiando nuestro vuelo.
La equidad es tu sublime meta,
los oprimidos claman tu presencia,
para que demuelas la decadencia
como hizo en La Meca, el Profeta.
Y emprendés el dilatado camino
con tu familia y compañeros
sabéis que os esperan los aceros
y que la muerte es vuestro destino.
Con Hasan fuisteis las flores
de Ali, Fátima y Muhammad:
«A la Gente de mi Casa amad,
a Husein de mis amores»
Te advierten el peligro las gentes
de tu revolucionaria marea,
contra el tirano es la pelea
¡Oh Emir de los Creyentes!
Tu marcha imponente y luminosa
sobre la gloria se refleja,
Kufa lentamente se aleja
y Karbalá te recibe victoriosa.
Treinta mil os tienen sitiados
vosotros solo sois setenta
pero vos sos la tormenta
que hundirá a los extraviados.
«El enemigo luce su aberración
pero sólo quiere robar mi vida
salvaos, urge vuestra partida
os libero de toda obligación»
«No abandonamos tu sendero
seguiremos a tu lado
defenderemos ¡oh Inmaculado!
el camino verdadero»
Se fueron ya nueve espinosos días
piden de nuevo tu sumisión o la guerra
aunque la pureza de tu linaje los aterra
insisten con bajeza en sus cobardías.
Señor -entre los señores-
de los jóvenes del Paraíso
con Dios es tu compromiso
¡Oh Husein de mis amores!
II
Hoy es el día diez: Hoy es Ashura
poco a poco dice adiós el mediodía
se ve en la batalla el brillo de tu figura
de llorar por vos Husein tengo afonía
de oír los llantos sordera;
el enemigo y su criminal grito
toca su tambor como en un rito
el sol se incendia y nos incinera
entonces con una fuente sueño despierto
pues la sed nos ahoga en este desierto.
Imam Husein Imam
hoy es diez de Muharram
Imam Husein Imam
la pelea es por el Islam.
«Los más leales compañeros» ya han partido
iban sonriendo en brazos del martirio
luego de encarar a ese ejército enloquecido
pero ver que estás vivo es mi colirio.
Tus hijos e hijas se afligen
quieren a su padre siempre consigo,
la fatiga te envuelve mi señor y amigo.
Karbalá no es tu muerte sino el origen
de la más grande historia
de fe, heroísmo y de vuestra gloria.
Tenés el corazón muy malherido
porque tus sobrinos ya han partido
iban sonriendo en brazos del martirio
con su tez de rosa oliendo a lirio,
también se fue Abbas, tu hermano fiel
iba calmando la sed de tus niños
les daba néctares y miel
y ellos todos sus cariños.
Tu querido Ali Akbar
recorre ya las cúspides del Paraíso
y Ali Asgar dulcemente te pide permiso
para tu nombre en el cielo grabar
y no queda ya nadie
que luche contra esta barbarie.
Imam, Husein mi señor,
Dios es tu protector
pues vos estás de su lado
y tu enemigo eternamente desolado.
Oír mil «no te vayás papá» detona tu razón
y decirle adiós a Zainab, Ruqaia y Sakina
es un terremoto en el corazón
un rayo, una espada, una mortal espina.
Imam Husein ya no está en su caballo
y de llorar por él tengo afonía
de oír los llantos sordera,
no abandonamos tu sendero
seguiremos a tu lado
defenderemos ¡oh Inmaculado!
el camino verdadero
¡Oh Husein de mis amores!
Derechos reservados
Fuente: El Corazón en la Revolución
Mustafa Al-Salvadori, Publicado por: Fundación Cultural Oriente, Editorial Elhame Shargh