El mensajero del invisible
El mensajero del invisible
Al alba, el mensajero del Invisible albricias susurró en mi oído:
el tiempo de Sha Shoya es llegado, lánzate a beber vino.
Pasó el hallarse en los márgenes de los hombres sabios;
mil palabras diversas guardaban enla boca sus apagados labios.
Relato aquella historia y uno a mi voz el arpa,
que por guardarla oculta deardor mi pecho estalla.
Bebí el vino de casa, del censor, temeroso,
mas a brindar convida del bienamado el rostro.
Anoche, de la taberna, como carga en los hombros,
al Imam se llevaron con la alfombra de oración al hombro.
Oh corazón, por tu bien te oriento hacia el camino de salvación:
no hagas abstinencia hipócrita ni presumas de corrupción.
De la luz de epifanía, el pensamiento del rey es el lugar.
Si a él aspiras acercarte, la pureza de intención debes hallar.
Excepto el elogio de Su Majestad, evita la letanía interior,
que oído del corazón y mensajero divino se hallan en estrecha unión.
Los reyes sabrán lo que hacen por sus reinados,
Hafez, no rujas, que eres un mendigo arrinconado.
Fuente: “101 poemas de Hafez Shirazi”, Mohamad Hafez Shirazi, Traducción Clara Janes, Editorial Monte Avila, Caracas
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