Imam Jomeini

Imam Jomeini

Por Mustafa Al-Salvadori

Se oye el sollozo

de la noche insondable

de un cuatro de junio escarlata

Imam Jomeini reza la oración

llave de la ventura.

 

Raudamente su morada es invadida,

golpean y zahieren a su solar

y es prendido por los esbirros

de aquel rey lacayo de otro reino.

 

El pueblo está en las calles,

el Imam en una celda,

el bazar cerrado

y las aulas desiertas.

 

El protervo régimen abrasa la ciudad,

se desborda el martirio en avalanchas,

se clama la liberación del Líder

y nace una revolución.

 

Diez meses estuvo cautivo

hasta que una rutilante Qom lo recibe,

recuerda el quince de Jordad

y su sonrisa se ensombrece.

 

La Capitulación está viva,

el Imam en el almimbar,

su corazón estrujado

y la independencia agoniza.

Se observa el lloro

de la aurora inescrutable

de un tres de noviembre purpúreo

Imam Jomeini loa al Altísimo

clave de su bravura.

 

Vertiginosamente su casa es irruida,

pulula en los aires el exilio

y es detenido por los pajes

de aquel sha sayón de otro sultán.

 

El pueblo está en las calles,

el Imam en Turquía,

su hijo en una celda

e Irán ensangrentado.

 

Once meses se halló en esas tierras

hasta que una radiante Nayaf lo acoge,

su caro Mustafa lo sigue

y su sonrisa resplandece.

 

El Imam es lucha contra el imperialismo,

y trepida el pusilánime sionismo

cuando oye la vorágine

de su perentorio dejo

de líder del movimiento.

 

Historia, libros, textos:

!Qué ignominia!

Miles de obras secuestradas

y un seminario teológico

sufre también la embestida.

El Imam está dando clases,

la primera alquibla en llamas:

«Palestina ocupada

necesita ser libertada»

 

...así decía en sus soflamas,

mientras la era era saeta

y en derredor un Signo de Dios

se avenía con el martirio

y «cada gota de su sangre

decía 'Jomeini'»

 

Expedita llega la locura en tranvía

trayendo consigo 2500 años

de calcinante monarquía.

 

Se escucha el vagido

del día incognoscible

de un veintidós de octubre carmesí

Imam Jomeini dirige la oración

mas su caro Mustafa ya es un mártir.

 

Qom está en las calles,

el Imam en el almimbar,

su hijo en Karbalá

e Irán exasperado.

 

Se percibe el singulto

de la confusión indescifrable

de un ocho de enero bermellón,

ciudad santa de Qom:

¡Cómo llueven tus mártires!

El Imam habla y su voz es el océano

en que se hunden los agrios déspotas

y se anegan todas sus fútiles veleidades.

No hay quien pueda conquistar su brío

ni contener su oleaje:

¡Esta Revolución!

 

Un espantapájaros le dice «adiós»,

Kuwait cierra sus puertas,

Nayaf le está llorando:

El Imam está en Paris.

 

Se divisa el gemido inescudriñable

de un once de noviembre grana,

te ametrallan el corazón

ciudad santa de Mashad:

¡Cómo llueven tus mártires!

 

Imam Jomeini

adalid de mi centuria,

luminar del Islam,

Signo de Dios,

vestigio de sapiencia y piedad

aquí en la Tierra,

los pajareles ávidos de libertad

evocaban la lógica de tu nombre

desde las honduras de las jaulas.

de aquel régimen truhán.

 

 Levantaos contra todos los tiranos

que se marche hasta el rastro de su sombra,

los religiosos turban los imperios,

los discursos los aturden,

se convierten en seísmos

que desbordan siglos de opresión

y hacen huir a los reyes

con su cofre de mentiras.

 

Un fantoche dice «adiós»,

va de «vacaciones».

Una aldea parisina le añora:

El Imam llegó a Irán.

 

Y ha venido en el

«Vuelo de la Revolución»,

es un treinta y uno de enero azul

Imam Jomeini va al 'Paraíso de Zahra':

¡Dios es el más grande!

Millones le ven,

otros le escuchan:

Todos le reciben.

 

Y Mutahari y los demás están felices,

son compañeros

del hijo y padre de un mártir,

vienen diez días de amanecer,

hay fogonazos de amor,

luz y sólo luz:

Todos tenemos

el corazón en la Revolución.

(ver la continuación en archivo pdf)

Fuente: El Corazón en la Revolución

Mustafa Al-Salvadori

Ediciones: Elhame Shargh, 2009

Fundación Cultural Oriente

Derechos Reservados.

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www.islamoriente.com

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