La clave del tiempo
La clave del tiempo
Si aquel turco de Shiraz mi corazón deleitara, por su lunar hindú le daría Bujara y Samarcanda.
Sírveme vino, escanciadora, que en el paraíso no hallarás las riberas del Roknabad ni el jardín de Mosalá.
Estos gitanos alegres, dulces agitadores de la ciudad, como los turcos los banquetes, saquearon mi corazón de paz.
Para nuestro pulcro amado no es un amor tan imperfecto: agua, color, lunar, retoques, ¿para qué los quiere el rostro bello?
Yo, por la hermosura creciente de José, sabía que amor del velo de inocencia a Zulaika privaría.
Insúltame y maldíceme a placer, que por ti rezo. ¿Merece respuesta amarga el labio granate y bello?
Deja la clave del tiempo, e indaga y habla de vino y juglaría: nadie, merced a la ciencia, desveló ni desvelará este enigma.
Escucha, alma mía, esta advertencia: más que por el alma, los jóvenes dichosos por el consejo del sabio anciano claman.
Puliste la perla del poema, Hafez, alegre ven y canta, que el firmamento, en tus versos, el sartal de las Pléyades desgrana.
Fuente: 101 Poemas, Hafez Shirazí