La copa de cristal
LA COPA DE CRISTAL
Florece la rosa, y el ruiseñor se embriaga.
Acudid, sufíes que adoráis el vino.
La base del arrepentimiento como piedra es firme.
Asombraos: la copa de cristal la ha destruido.
En la corte de la opulencia, lo mismo sea el rey,
que el alguacil, que el ebrio... ¡Trae vino!
De este caravasar con dos puertas hay que partir:
techo y tejado de la vida, alto o bajo es lo mismo.
Morada y rapto de gozo sin sufrir no se alcanzan,
si el primer día el sufriente estrecha vínculos.
Tengas o no, no sufras y sé alegre, pensamiento,
la no existencia es el final de cuanta perfección ha sido.
La gloria de Asef el caballo de viento y entender a los pájaros...
todo lo llevó el viento, y quedó el señor desnudo en el vacío.
Pues la flecha lanzada se elevó un rato y volvió a la tierra,
con ala y pluma no te desvíes tú del camino.
La lengua de tu pluma, Hafez, ¿cómo puede dar gracias,
si va pasando de mano en mano el don de tus palabras?
Fuente: “El Diván”, de Hafiz, Editorial Alianza, Madrid
Fundación Cultural Oriente