Las albricias del viento
Las albricias del viento
Anoche me notificó el viento de Saba
que el día del sufrimiento se acortaba.
Ofrezcamos a los juglares la túnica desgarrada
por las albricias recibidas del viento del alba.
Ven, ven, que Ridván,
a ti, hurí del paraíso,
te llevó al mundo para el corazón de este mendigo.
A Shiraz vamos con ayuda de la fortuna.
¡Qué buen compañero nos otorga la fortuna!
Concíliate con nosotros, que este sombrero de fieltro,
para la real corona, fue hartas veces detrimento.
De mi corazón, hasta el pajar de la luna llegaron muchos lamentos,
cuando el rostro de la luna, oculta enla tienda, asomóse a mi recuerdo.
¡Oh Hafez!, cuando se refugió en la corte del alto cielo,
la bandera de Mansur
alcanzó el firmamento.
Fuente: “Divan" de Hafez Shirazi, Traducción de Gabriela Aguilar, Editorial Alianza, Madrid