Materia prima
La esencia de la experiencia de Rabía es la adoración y entrega incondicional sólo a Dios por
puro amor a Él, a través de pobreza y caridad, confianza y oración.
‐ Constancia y abandono en Él
“Permanece en la puerta si anhelas la Belleza,
Abandona el sueño si quieres entrar.”
Éste es uno de los versos clave de Rabía y se
explica así. “Habrá que permanecer en la puerta,
sin tratar de forzarla, a la espera, atentos a las
señales que se nos den. Y abandonar el sueño,
las ideas preconcebidas, los prejuicios, la
tentación de apropiarnos de lo que no nos
pertenece reduciéndolo a nuestros esquemas y
perdiendo, así, cualquier posibilidad de
comprenderlo.”
‐ El Amor es eterno
“El Amor vino de la Eternidad y va hacia la
Eternidad.”
‐ Que sólo quedes Tú
“En una mano llevo una antorcha
Y un cubo de agua en la otra:
Con estas cosas voy a prender fuego al Cielo
Y en el Infierno saciar las llamas
De modo que los viajeros que buscan a Dios
Puedan rasgarse todos los velos
Y contemplar el verdadero Fin.”
vi
‐ No me basta mi Dios para quererte…
A Dios “no le amo ni por miedo al Infierno ni por la esperanza del Paraíso. Si así hiciera, sería
como un mal servidor que trabaja cuando tiene
miedo o cuando espera recompensa. Le adoro
tan sólo por amor y por mi deseo ardiente de Él.”
“¡Oh, Dios mío!
Si te adoro por miedo al infierno
Quémame en él.
Si te adoro por la esperanza del paraíso,
Exclúyeme de él.
Pero si Te adoro sólo por Ti mismo,
No apartes de mí tu Eterna Belleza.”
Fuente: RABÍA DE BASORA: “TÚ QUE HACES FLORECER EL DESIERTO", Galilea (Madrid, España), otoño de 2010