Saudades de vos
A Shirley Pineda
Cuando callo
y escucho a los grillos cantar,
recuerdo que un día
también
la Muerte me cantará.
Cuando oigo
el terso choque
del brillo de la luna
con el cristal de la ventana:
me doy cuenta
de que no te olvidaré.
Cuando escribo
sintiendo tu faz
en esa arqueológica fotografía
sé que sos
una polilla atrapada
en tu cosmogonía:
Tenés obsidianas en el corazón.
Fuiste guerrera,
apagada en el frío
soñabas con la liberación
de tu alma
y no la alcanzaste
aún después
de mil noches de insomnio fugaz,
de melancolía
en una tierra afligida
por huelgo de verdugos
en el tiempo
de todos los tiempos.
Cuando cierro los ojos,
salgo tras tu velo
señora que reposás
en las grutas
de la sinrazón,
tu suspiro desapareció
tras las bambalinas
de la desilusión.
Cuando abro los ojos,
observo
las pupilas marchitas
de tu hija
que tanto te llora,
también te añoran
las estrellas de la noche azul,
y yo
siento
saudades de vos Kalalú.
Fuente: El Corazón en la Revolución, Mustafa Al-Salvadori, Editorial Elhame Shargh, Fundación Cultural Oriente, www.islamoriente.com