Una banda salvaje y sagrada

Una banda salvaje y sagrada

Tu aliento es un reloj sagrado, querido

 ¿Por qué no usarlo para seguirle el ritmo al Nombre de Dios?

  Y si tus pies alguna vez se mueven

 Sobre este antiguo tambor, la tierra,

Oh, no dejes que tus preciosos movimientos

 Se vuelvan nada.

 Deja que tus pasos bailen silenciosamente

 ¡Al ritmo del Nombre del Amado!

 Mis dedos y mis manos

Nunca se mueven en un espacio vacío,

 Ya que hay Por todas partes invisibles cuerdas de laúd doradas,

 Enviando Acordes Resplandecientes

 A través del Universo.

 Escucho la voz

 De cada criatura y planta,

 De cada mundo, sol y galaxia-

 ¡Cantando el Nombre del Amado! 

He despertado para encontrar el violín y el chelo,

La flauta, el arpa y la trompeta,

El címbalo, la campana y el tambor-

 ¡Todos dentro de mí!

¡De pies a cabeza, cada parte de mi cuerpo Está cantando y aplaudiendo! 

¡Hafiz, El Amado ha hecho de ti

Un Hombre tan Luminoso! 

Ya que con la constante remembranza de Dios,

Nuestro cuerpo se convierte

En una Maravillosa y Salvaje Banda Sagrada!

 

Fuente: “El Diván” de Hafiz, Traducción Gabriela Aguilar

www.islamoriente.com

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
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