El espejo que descubre la belleza

El espejo que descubre la belleza

Anoche, hacia el alba, de la tristeza me liberaron.

En la oscuridad nocturna, me dieron agua de vida.

Con el radiante rayo de la Esencia, me quitaron el sentido.

La epifanía

de los atributos, vino en la copa, me ofrecieron.

¡Qué alba bendita fue!, ¡qué gloriosa noche!

Aquella noche de Gadr, nueva investidura me concedieron.

Justo es que la fortuna me sonría, oh gozoso corazón.

Estaba necesitado, y me la entregaron como diezmo.

Del Invisible, el heraldo me anunció entonces esta suerte:

ante la tiranía y el desamor, firmeza y paciencia me otorgaron.

Desde ahora: mi rostro y el espejo que descubre la Belleza,

pues me anunciaron en él la aparición de la Esencia.

Tanta miel, tanta dulzura por mi verbo se derrama.

Recompensa a la amargura recibida es aquella dulce rama.

¡Qué insólita alquimia! Por servir al mago anciano

en su tierra me mudé, y hartos niveles me otorgaron.

Por voluntad de Hafez y el aliento de los que están en vela

se desataron los nudos del tiempo y de la tristeza.

 

Fuente: Hafez Shirazí,101 Poemas

Tipo de poesía: 
Tipo de texto: 
Share/Save