El circo
El cosmos
plaza infinita
- esplendente obra de Dios-
protesta iracundo
contra el presidente
- bufón de la sociedad,
fantoche de Sión-
que se desternilla de risa
desde
la lisonjera molicie
de su butaca obscurantista.
Los majaderos
-aduladores del oro-
avizoran
quimeras petrolíferas,
farsantes salen,
miran,
timan: invaden.
Y -cual Cid- belicistas
usurpan las vibrátiles
mil y unas noches
de Kabul,
Bagdad
y los emporios de vos.
Para colmo
los míos y los tuyos
también se van para allá,
blanden las vidas
en una tierra santa
de sublimes
domos dorados:
y el celeste sueño
de los niños y niñas
se hace congoja
y se van en busca
de un puerto
para ángeles.
Fuente: El Corazón en la Revolución, Mustafa Al-Salvadori, Editorial Elhame Shargh, Fundación Cultural Oriente, www.islamoriente.com