Y aplaudan
Y Aplaudan
Un día un joven vino hasta mí y dijo,
“Querido Maestro, Hoy me siento fuerte y valiente,
Y me gustaría conocer la verdad Acerca de todos mis – apegos”.
Y yo le contesté,
“¿Apegos? ¡Apegos!
Mi Amor, ¿Realmente quieres que te hable
Acerca de todos
tus Apegos,
Cuando puedo ver tan claramente
Que has construido, con mucho cuidado,
Un burdel de tal grandeza
¿Para hospedar a todos tus placeres?
Incluso has rodeado el maldito lugar
Con guardias armados y perros rabiosos
Para proteger tus deseos
De tal forma que, de vez en cuando,
Puedas escabullirte
E intentar llenar de luz
Tu ser lleno de parches
De una fuente tan fructífera
Como el hueso seco de un dátil
Que incluso un pájaro Escupe.
¡Tus Apegos! Querido mío,
No hablemos de ellos,
Puesto que Hafiz entiende los sufrimientos
De tu corazón.
Hafiz conoce Los tormentos y agonías
Que cada mente debe afrontar en el camino hacia la
Aniquilación bajo el Sol
Así que, en las noches, suelo detenerme en mis oraciones
Y pido a miles de ángeles que se me unan
Y Aplaudan, Y Aplaudan Lo que sea,
Cualquier cosa en este mundo,
¡Que pueda dar consuelo a tu corazón!”
Fuente: “El Diván” de Hafiz, Traducción Gabriela Aguilar