Attar Nishaburi

Las lágrimas petrificadas

Un hombre que recogía piedras en una montaña de China derramó abundantes lágrimas de sus ojos y a medida que sus lágrimas caían a tierra se transformaban en guijarros. Si guijarros de este tipo estuvieran en posesión de las nubes, lo que llovería hasta la resurrección no sería más que un objeto de suspiros.   La ciencia es lo propio del hombre puro y verídico. Si hay que ir a China para encontrarla, ve a buscarla allí; pues la ciencia, por el mal querer de los despreocupados, se ha vuelto tan dura de manejar como la piedra. ¿Hasta cuándo será desconocida? El mundo, palacio de dolores, es todo oscuridad; pero la ciencia brilla en él como una lámpara que se dad; pero la ciencia brilla en él como una lámpara que muestra el camino. En efecto, lo que guía tu alma en este oscuro lugar, es la joya de la ciencia, de esta ciencia que dilata el corazón. En estas tinieblas, que no tienen comienzo ni fin, te has quedado sin guía ...

El enamorado que pierde a su amante

Un hombre de elevadas miras y posesor de perfección, se enamoró de una hermosa persona. Ahora bien, aquella a quien había abandonado su corazón se quedó delgada y amarilla como un tallo de azafrán. El luminoso día se volvió oscuro para su corazón, la muerte llegó desde lejos y se aproximó a ella. Anunciaron esta noticia a su amante; él acudió con un puñal en la mano y diciendo: "Yo quiero matar en el acto a mi amante a fin de que esta mujer, parecida a una admirable pintura, no muera de muerte natural". Le dijeron: "Eres un insensato; ¿qué motivos tienes pues para querer matarla? No viertas sangre, retira la mano de este asesinato pues ella va a morir. ¿De qué sirve matar a una persona que se muere? Sólo un loco le corta la cabeza a un muerto". -"Si mi amiga perece por mi mano, me harán perecer por la ley del talión. Entonces el día de la resurrección, yo arderé por ella como la vela delante de los humanos reunidos. Seré ajusticiado a causa de mi pasión por esta muchacha y mañana también seré quemado por su causa. Tal es mi situación aquí y allá. Mi suerte es de ser o quemado o matado por esta dama"...

Los pájaros se conciertan para ir hacia el Simorg

Cuando todos los pájaros hubieron oído esta historia, se decidieron a renunciar ellos también a la vida. El pensamiento del Simorg se llevó el reposo de sus corazones; su único amor llenó el corazón de los cien mil pájaros. Hicieron el proyecto de ponerse en camino, proyecto loable, para el cual se prepararon prestamente. Todos dijeron: "Ahora tenemos que procurarnos con nuestro dinero un guía para atar y desatar. Necesitamos un conductor para nuestro camino, porque no se puede actuar según sus propias ideas. Es necesario un administrador excelente para tal camino, con la esperanza de que nos pueda salvar de este profundo mar. De corazón obedeceremos a este guía; haremos lo que él diga, bueno o malo, para que al fin nuestra bola caiga, lejos de este lugar de jactancia, en el mazo del Cáucaso. 

Explicaciones de la abubilla sobre el proyectado viaje

Cuando los pájaros oyeron este discurso, descubrieron los antiguos secretos. Reconocieron su relación con el Simorg y, necesariamente, experimentaron el deseo de hacer el viaje "que les proponía la abubilla". Sin embargo, este discurso incluso les hizo recular al ponerse en camino; todos experimentaron la misma inquietud y la expresaron de forma parecida. Dijeron, pues, a la abubilla: "¡Oh tú que eres nuestra guía en este asunto! ¿Quieres que abandonemos, para abordar este camino, la vida tranquila que gozamos, puesto que débiles pájaros como nosotros no pueden vanagloriarse de encontrar el verdadero camino para llegar al lugar sublime donde vive el Simorg?"

Epílogo

¡Oh Attar perfumador! Constantemente has esparcido por el mundo el contenido de la vejiga del almizcle de los secretos. Los horizontes del mundo están llenos de tus perfumes y los amantes que habitan en el mundo están llenos de turbación por tu causa. Tanto lanzas suspiros de amor puro, tanta haces oír quejas cerca de la cortina que asaltan los verdaderos amantes. Tus versos les ofrecen un capital, ¡ojalá puedan adornarse con ellos como con una joya!...

El lenguaje de los pájaros

¡Alabanza al santo Creador del alma, que ha gratificado a la vil tierra con el alma y la fe, qué ha posado su trono sobre las aguas y que ha hecho vivir en los aires a criaturas terrestres! Ha dado a los cielos la dominación y a la tierra la dependencia; ha imprimido a los cielos un movimiento perpetuo y a la tierra un reposo uniforme. Ha colocado el firmamento encima de la tierra como una tienda sin estacas para sostenerla. En seis días ha creado los siete planetas y con dos letras ha creado las nueve cúpulas de los cielos. Ha dorado los dados de las estrellas para que el cielo pueda, durante la noche, jugar al chaquete. Ha dotado de propiedades diversas la malla del cuerpo; ha puesto polvo en la cola del pájaro del alma; ha vuelto líquido el océano en señal de servidumbre y ha helado la montaña por el temor que le ha inspirado. Ha desecado el mar completamente; de la piedra ha hecho nacer el rubí y de la sangre, el almizcle. Dio a la montaña el puñal y el cinturón; por esto es por lo que ella eleva la cabeza con orgullo. Tanto ha hecho nacer matas de rosas sobre la superficie del fuego, tanto puentes sobre la superficie del agua. Ha hecho atacar a su enemigo por un pequeño mosquito, resintiéndose aquél de la picadura durante cuatrocientos años. En su sabiduría, inspiró a una araña a tejer prudentemente su tela para proteger al más eminente de los hombres. Ha ajustado la talla de la hormiga hasta el punto de asemejarla a un cabello y ha hecho de ella la compañera de Salomón; le ha dado el hermoso traje negro de las Abbasidas y un vestido de brocado digno del pavo real y que no ha costado trabajo tejer...

La araña

¿No has visto a la impaciente araña que pasa caprichosamente su tiempo? Teje con avidez una red maravillosa, con la esperanza de que caiga en ella una mosca. Precavidamente construye una casa que abastece con provisiones para su uso. Cuando la mosca se precipita con la cabeza para abajo en su tela, la araña chupa la sangre de la carne del pobre bichito. Después deja secarse el cadáver en el mismo lugar y continúa tomándolo como su alimentación durante un cierto tiempo. Pero de pronto el dueño de la casa se levanta, con la escoba en la mano. Ahora bien, el nido de la araña representa el mundo y la mosca, la subsistencia que Dios ha colocado en él para el hombre.

Aunque el mundo entero te estuviera destinado, lo perderías en un instante. Ya puedes glorificarte dé la realeza del mundo, que no eres más que un niño en la vía espiritual; pues tú te diviertes fuera del telón. No busques la realeza, si no has comido cerebro de asno; y sabe ¡oh insensato! que el reino del mundo está entregado a los toros. Aquel cuyo tambor y cuya bandera señalan la alta dignidad no sabría ser derviche. En cuanto a ti, aléjate de esas cosas, pues no son más que ruido y viento. En efecto, es el viento el que infla la bandera y el ruido sale del tambor; estas dos cosas valen menos que la más pequeña moneda de vellón. No hagas caracolear tanto al corcel de tu necedad, no te deleites tanto en la ilusión de tu elevada posición. Se acaba por despellejar a la pantera y así pronto se te quitará la vida.

Puesto que es imposible ser distinguido individualmente, más vale perderse voluntariamente y entrar con la cabeza baja "en el todo". No te es posible ser orgulloso, humíllate pues; ¿hasta cuándo jugarás? O agacha la cabeza y no busques la dominación, o deja el juego y no te metas en tu cabeza. Tu palacio y tu jardín no son para ti más que una prisión. Tu alma es la desgracia de tu alma. Deja esta habitación terrestre llena de ilusiones. ¿Hasta cuándo la recorrerás? Abre el ojo de la verdadera ambición y ve la vía espiritual; pon el pie en esta vía y descubre la corte celestial. Si llegas al punto de hacer llegar tu alma a esta corte, no apreciarás más la gloria del mundo.

El schaikh de Basra y Rabiah

El schaikh de Basra fue un día adonde Rabiah y le dijo: “¡Oh, tú que conoces todo lo que concierne al amor divino! enséñame una sentencia que no tengas de nadie, que no hayas dicho a nadie y que no la hayas visto verificarse. Dime lo que has encontrado claro por sí mismo, pues lo deseo ardientemente". Rabiah le dijo: " ¡Oh schaikh del tiempo! yo había trenzado algunas piezas de cuerda; las llevé (al mercado), las he vendido y me quedé contenta con la venta, pues he ganado dos piezas de plata; pero no he colocado las dos piezas en una sola mano. He cogido una de ellas en una mano y la otra en la otra, porque si las dos piezas hubieran estado juntas, no habría podido dormir en toda la noche, por temor a los ladrones. El hombre del mundo coloca su espíritu y su corazón en la sangre; coloca miles de redes de diferentes clases hasta que esté justamente en posesión de un grano de oro; cuando lo ha obtenido, se muere y buenas noches. Este oro se vuelve legítimo para su heredero, mientras que, a causa de este oro, él está entre tormentos".

¡Oh, tú que vendes al Simorg por oro y que has encendido tu corazón como la vela por el amor de este metal! si no entras del todo en la vía que te indico, no podrás adquirir la menor parcela del tesoro que allí se encuentra, ni ver el rostro de su oro.

Si pones el pie en el camino como la hormiga, a la fuerza te cogerán por el talle, fino como un cabello; pero cuando no se siente el menor amor, no se osa abordar esta ruta.

Abraham y el ángel de la muerte

Cuando el amigo de Dios estuvo en la agonía, no entró sin pena su alma a Azrail: "Retírate -le dijo-, y dile al Rey del universo que no exija el alma de su amigo". Pero Dios altísimo dijo: "Si eres mi amigo, debes desear venir a encontrarme. Habría que arrancar con la espada la vida del que sintiera darla por su amigo". Una persona que estaba presente dijo: "¡Oh Abraham, luz del mundo! ¿Por qué no quieres dar de buen grado tu vida por Azrail? ¿Cómo es posible que los amantes hayan jugado sus vidas en el camino del espiritualismo y que tú estés tan apegado a él?"

Anécdota sobre el Shaikh Bu Ali Tusi

Bu Alí Tusi, que era uno de los grandes pir de su siglo, marchaba por el valle de la diligencia y de la atención. No conozco a nadie que haya recibido nunca tantas gracias y que haya llegado a semejante grado de honor espiritual. Ahora bien, él decía:

"En el otro mundo, los desgraciados condenados distinguirán claramente a los habitantes del paraíso, que podrán decirles de forma positiva lo que realmente son las alegrías del paraíso y el gusto de la unificación. Entonces los bienaventurados confesarán esto: `Las alegrías vulgares no existen en el cielo, porque, en esta perfecta estancia, se nos ha aparecido el sol de la belleza divina. Cuando esta belleza se ha manifestado a nosotros, los ocho paraísos han estado por confusión, en las tinieblas.

Ante el resplandor de esta belleza que dilata el alma, no ha quedado ni nombre ni huella de la bienaventurada eternidad'.

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