Sueño de un discípulo de Bayazid
Después que Bayazid hubo dejado el palacio del mundo uno de sus discípulos lo vio esa misma noche en sueños y le preguntó a este excelente pir cómo había podido escapar a Munkir y a Nakir. "Cuando estos dos ángeles me interrogaron, a mí, desgraciado, a propósito del Creador, yo les dije: `Esta pregunta no puede ser perfecta ni por vuestra parte ni por la mía, pues si yo digo: "Él es mi Dios y esto es todo", este discurso sólo expresará un deseo de mi parte. Pero no lo sería así, si quisierais volver cerca de Dios y preguntarle lo que piensa de mí. Si él me llama su servidor, ésta es mi cuestión: sabréis que en efecto lo soy. En el caso contrario, es evidente que Dios me abandona a las ataduras que me aprisionan. No es fácil obtener la unión con Dios. ¿De qué me serviría llamarle mi Señor? Si él no acepta mi servicio, ¿cómo tendría yo la pretensión de tenerlo por dueño? Es verdad que he inclinado mi cabeza ante su poder; pero es necesario aún que él me llame esclavo suyo'."...