La Trayectoria Vital de Ibn Arabi y sus Simbolos
Este texto del filosofo frances Henry Corbin es un analisis hermeneutico del gran maestro murciano Ibn Arabi.
Este texto del filosofo frances Henry Corbin es un analisis hermeneutico del gran maestro murciano Ibn Arabi.
La referencia principal y obligada de la literatura árabe remonta a la época llamada jahiliyya (de juhl جهل: ignorancia), es decir la época anterior al islam. No es la época de oro de la civilización islamo-árabe que sirve de referencia, ni es el Bagdad de Dar al Hikma (“Casa de la Sabiduria” edificada por Al-Ma’mun) sino una prehistoria imposible de imaginar.
Sohrāb Sepehrí nació en el año 1307h.s./1928 d.C. en Kā' ān, una ciudad del centro de Irán.
Su padre era artesano y artista, pintaba y hacía instrumentos musicales que después tocaba. Desde muy niño Sepehrí, sentía una gran pasión por la pintura que se extendió a lo largo de su vida; ...
Mirzā Abbās hijo de Musa, poeta de la época Qayar, nació en el año 1213 h. /1798 d.C. Su padre murió cuando tenía 16 años y tras este suceso, se marchó con su madre a Sarí, al norte de Irán, donde comenzó a aprender a leer y escribir. Debido al gran interés que tenía en la poesía, leyó todos los divanes de los poetas anteriores y escribió muchos poemas...
La poesía persa "Dari" nació en el siglo IX con poetas como Mohammad Ibn-e Vasif (~ 250h. / 863 d. C.), Firuz Mashreqi (283 h.), Abusalik Gorgāni (265 h. / 878 d. C.) etc... Un siglo más tarde, el persa ya se había convertido en una lengua formada, madura y melodiosa.
Los poemas de Rudaki Samarqandí, el famoso poeta del periodo Samaní (siglo X) considerado como el padre de la poesía persa, son de esta época. Unos años después de la muerte de Rudaki, comenzó la tradición épica persa que tenía sus fuentes en el Avesta y otros textos escritos en persa medio. La gran epopeya nacional persa es el Shāh Nāmeh de Abu'l Qasem Ferdosí (935-1020 d.C.)...
Otro poeta de la generación del 27, Rafael Alberti, divisó la influencia árabe en la poesía española contemporánea, desde 1932. En una conferencia en Berlín, dice Alberti:"...Asimismo comprobará que entre los poetas incluidos, oscilantes de los cuarenta a los veinticinco año, existen diferencias profundas, pero que en algunos de ellos el manadero de lo popular les sigue mojando de agua clara su obra. Observará que todos los poetas del sur guardan, quizá en aquella parte suya más difícil, una rara semejanza con sus antepasados los arábigo-andaluces de los siglos IX, X y XI, poetas no traducidos al castellano hasta hace muy poco, dos años escasos, ignorados así por sus descendientes. Quisiera leer, sin comentario, por falta de tiempo, una casida de Ostmán El Masháfi, visir de Alhaquén II y de Hixem II, (muerto en el año 982)...
Parece que la idea de la influencia de la literatura árabe en la generación del 27 es muy temprana, pues ya en 1930 un literato español avisó sobre esta influencia; además, algunos de los mismos poetas de esta generación reconocieron que habían leído poesía árabe, como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso y Luis Cernuda.
1930: Miguel Pérez Ferrero:
Quizá el primer investigador que avisó sobre la influencia de la literatura árabe en la generación del 27, sea Miguel Pérez Ferrero, en 1930. El 14 de agosto, había publicado en el Heraldo una reseña de Poemas arábigo andaluces, de Emilio García Gómez. En su artículo, Pérez Ferrero, que conocía bien la poesía de Lorca, había sugerido que entre ella (y la de Alberti) y los poemas traducidos por García Gómez había una evidente filiación.
Escribió Miguel Pérez Ferrer:
“Y para desvanecer el misterio, ese misterio de evocación, el presente libro de un erudito, de Emilio García Gómez, “
Poemas arábigo andaluces.
He de advertir, sin embargo, por si no hubiera yo sido lo suficientemente hábil para despejarlo de antemano, que no he tratado –ni tanto- identidades entre pasados y presentes fastos de poesía. Sólo me atengo a señalar lo que yo veo como itinerario.
- Unos días después de la revuelta de los ultraístas, nuestro escenario poético ofrecía como reacción, pero también como asimilación razonada, una fórmula de nueva lírica de nuevo sentimiento que, de mano de un poeta andaluz, García Lorca, se adentraba- dardo seguro- en España, desde el corazón de Granada al de Madrid.
- Acaso faltaba para que la evocación se completase el otro poeta que con fuerza inusitada había de surgir. Acaso faltaba el que llegó, Rafael Alberti, distinto, pero complementario. Complementarios ambos poetas entre sí.
- Abensaid- nos dice García Gómez- expresa la actitud perenne de Andalucía árabe: ...
Me indicó (…) que por su disposición natural no le hablaba a nadie más que por símbolos. Ibn Arabí
Si no te sitúas lejos de la descripción, quedarás atrapado por ella. Al-Niffari
Conforme más rica es la visión, más pobre resulta la expresión. Al-Niffari
La locución teopática (xath)*
El sufismo estableció una escritura dictada por la experiencia subjetiva en el seno de una cultura dirigida por un saber de carácter religioso, institucional y público. Pero dicha escritura se quedó al margen de la historia cultural árabe: es una escritura sin lugar. Es como si sus autores no hubieran vivido en un lugar, sino en sus textos. O como si el texto fuese su patria y su realidad, y el sufí se moviese en el interior de ese texto creando con él, y en él, el mundo con el que sueña, y las palabras fuesen para él los refugios, horizontes y símbolos de los senderos de ese mundo...
Las obras de Mulla Sadra
Mulla Sadra fue un escritor prolífero. Él no escribió durante el tiempo de reclusión y ascetismo, mas después de eso, se dedicó continuamente a la enseñanza y preparación de los estudiantes de filosofía, que venían de todo Irán. Con todo, siempre que estaba de viaje o en su casa, aprovechaba todas las ocasiones para escribir sus libros y tratados filosóficos. Así, produjo una variada, útil y referencial colección de escritos filosóficos en diferentes formas y siguiendo diferentes propósitos.
Algunas de sus obras son libros de textos, apropiados para la adquisición de conocimientos preliminares o complementarios sobre filosofía y gnosis, como base de su escuela de pensamiento la Filosofía Transcendente. Una parte de esas obras son explicaciones y demostraciones de sus teorías, en cuanto a sus otros libros tratan de la ética y la moral humana.
Él dedicó parte importante de sus trabajos a la interpretación del Corán, antes de su muerte no había terminado de realizar un comentario filosófico y gnóstico del Corán en su totalidad, lo que él escribió sobre el tema fueron ciertas características que vuelven su trabajo singular en ese género de interpretación.
Mulla Sadra, que fue un muhaddith (un experto en hadices y en las tradiciones atribuidas al Profeta y a sus descendientes), dejó un importante trabajo sobre esta materia, un comentario del famoso de Aladith“Al Kafi” de Kulayni Razi. Mulla Sadra comentó el capítulo que versaba de “Usul”, probablemente a razón de su fallecimiento la obra permaneció incompleta. También escribió dos libros sobre lógica: “Tanqil Al Mantiq” y “Risabalfii Tasawwurwa Tasdiq”.
Se atribuye al poeta Ibn Sukkara la definición de la poesía como «un discurso que si lo desea fascina (sahara) transformando las imágenes (qalaba li-l-suar) sin temor a romper el consenso ni a subyugar el carácter (tiba‘)». Esto que se dice aquí de la poesía puede aplicarse también al arte en general, si bien el arte, en cuanto fascinación (sihr) y transformación de las imágenes (qalban li-l-suar), exige, en primer lugar, preguntarse por el significado de la imagen desde el punto de vista artístico y por el significado de la visión.