No preguntes
¡Oh, amor, cómo he sentido tu sufrimiento!
No me preguntes cómo.
¡Oh ausencia, cómo bebí tu veneno!
No me preguntes cómo.
¡Oh, amor, cómo he sentido tu sufrimiento!
No me preguntes cómo.
¡Oh ausencia, cómo bebí tu veneno!
No me preguntes cómo.
El cosmos
plaza infinita
- esplendente obra de Dios-
protesta iracundo
contra el presidente
- bufón de la sociedad,
fantoche de Sión-
que se desternilla de risa
desde
la lisonjera molicie
de su butaca obscurantista...
Saldrás con camisas chillonas para enfrentarte con tus soledades
De día o de noche
Saldrás
Y buscarás en los campos de las estaciones
Sin encontrar el tesoro de tu vida
De día o de noche
Los océanos horadarán tus trajes
Y en vano buscarás la aguja del sol.
Sabe que nunca el sol será tu amante
Aunque tu vestido esté horadado
Y sabe que serás el agua perdida
Cada vez que gotees sobre el arroyo del alma
Cada vez que alinees tus suspiros en el espacio
Erigidos como una multitud de recuerdos.
Tú
Puso la última gota de agua de su cubo sobre la albahaca
Y se durmió junto a ella.
La luna se ocultó, el sol salió
Y ella siguió durmiendo.
Los que oían su voz cada mañana
Invitándoles a tomar café
No oyeron su voz.
La llamaron desde sus balcones y jardines
Asesinan palestinos
en sus ansias de poder,
se olvidan que hay Uno
que siempre les ve
y está Su promesa
sobre el que vendrá
y en Su nombre
les dará su retribución.
Mujer, esposa, hija y madre
De una familia sagrada,
¡Oh! Fátima Zahrá,
Naciste inmaculada.
Bondadosa y generosa
Hija del gran Rasul!
Por eso te queremos
¡Oh! Fátima Batul.
Ahora Qom debe estar oliendo a rezo
fragancia etérea que desde el cielo baja para alimentar los corazones
para vestir las almas vestidura de luz, fe y esperanza. Ahora Qom debe tener alfombrado su suelo
para los pies desnudos de las gentes, para que mujeres y hombres, niños y ancianos
multipliquen en Sagrado Corán entre los labios y viaje con los ángeles a los cuatro costados de la tierra
la voz de los creyentes en sus suplicas llega como la luz envolviendo a la esfera
incluso a los oídos de las perlas, para que en ellas resuene
en las profundidades de la tierra
la voz de Dios, proclamando victorias.
Final de la sombra
Y acabé descubriendo la ruta
que conduce al Paraíso
y mi existencia se apasionó
del Islam.
Al asomarme a mis memorias,
Le abandonaron a sus secretos:
una vez sentó al mar en su regazo
Ahmad, Maryam, Karim,
la luna del Sur visita sus casas
y besa sus piedras.
La luna del Sur cuelga sobre sus parras su caftán.