Dirección
"¿Dónde está la casa del amigo?"
Preguntó el jinete, en el crepúsculo.
El cielo hizo una pausa
El transeúnte donó el haz de luz que mantenía entre sus labios
a la oscuridad de las arenas.
Apuntó al álamo y dijo:
"¿Dónde está la casa del amigo?"
Preguntó el jinete, en el crepúsculo.
El cielo hizo una pausa
El transeúnte donó el haz de luz que mantenía entre sus labios
a la oscuridad de las arenas.
Apuntó al álamo y dijo:
Brocal,
Punto de encuentro para las juguetonas manos de los niños
con el cubo vertiendo
agua en los cántaros
entre cantos y risas.
¿Acaso la boca de la tumba los ha sacrificado?
¿Es que la boca del patio se alimenta con niños
y mujeres preñadas que vierten
la sangre manchada por balas?
¿Se han secado los racimos a su alrededor?
¿Se ha quemado el trigo? ¿Se han vertido
los odres de aceite en la alforja de piedra
y sobre ella está de nuevo la cruz de Cristo?
El brocal es el segundo Gólgota para nosotros.
Hay algunos asientos
quizá no les gusten algunos poemas pegajosos
ni la riada de las charlas pesadas.
TRAMPA
Un asiento
va a invitar a mis pasos libres
a que descansen
para que él ande en mi lugar
y conozca el sabor del correr con el viento.
Todos esos lenguajes-fragmentos son levadura
de las ciudades venideras.
Cambian la naturaleza del nombre,
el verbo y la partícula, dijeron:
Ya no hay entre nosotros velo,
ya no hay entre nosotros obstáculos,
Han quedado de las noches lejanas
en el camino oscuro del bosque,
cantos de un horno pequeño
y su fría ceniza.
Como en la neblina de mis aburridos pensamientos,
rastros de una imagen, cualquier cosa en ella,
un cuento, su resultado un dolor. ...
Vendré un día y traeré un mensaje,
meteré luz en las venas,
y alzaré la voz:
¡Oh vosotros que tenéis la cesta llena de sueño!
Traigo manzana, manzana roja del sol.
Vendré, daré un jazmín al mendigo.
Obsequiaré otro zarcillo a la bella leprosa.
Diré al ciego: ¡Qué vistoso es el jardín!
Seré un errante, daré vueltas por los callejones.
Pregonaré: ¡Rocío, rocío, rocío!
“¡Oh, Dios mío!
Cuantos bienes me hayas destinado en
este mundo,
Dáselo a tus enemigos,
MUERTE
Los asientos se reirán
cuando los abandonemos
seguros de que estamos de acuerdo.
Los asientos
nos perseguirán para ver nuestro silencio
en las camas
o alrededor de las mesas
SEPARACIÓN
Un asiento en el jardín
y un frío negro.
Un silencio inmenso ha caído
desde la altura del espacio,
llegando al sorprendido momento.
Estaban aquí los dos,
hace cinco minutos,
han hablado mucho
y no han dejado
más que el frío de dos manos en su pecho
y el llanto de una rosa marchita.