Poesía

¿Quién llama a mi puerta?

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¿Quién llama a mi puerta?

Preguntó, "¿Quién llama a mi puerta?"

Respondí, "Tu humilde servidor".

Preguntó, "¿Qué asunto te trae por aquí?"

Respondí, "Vine a saludarte, oh Señor".

Preguntó, "¿Cuánto más viajarás?"

Respondí, "Hasta que me detengas".

Preguntó, "¿Hasta cuándo hervirás en el fuego?"

Respondí, " Hasta que puro quede".

"Este es mi juramento de amor.

Por amor,

renuncié a fortuna y posición"...

Yo soy de allí

Yo soy de allí. Y tengo recuerdos. Nací como nace la gente. Tengo una madre

y una casa con muchas ventanas. Tengo hermanos, amigos, y una cárcel con una fría ventana.

Tengo una ola que han raptado las gaviotas, un paisaje favorito, una hierba silvestre,

una luna en los confines de la palabra, la subsistencia de los pájaros y un olivar inmortal.

Y un mensaje en el camino

Vendré un día y traeré un mensaje, meteré luz en las venas, y alzaré la voz: ¡Oh vosotros que tenéis la cesta llena de sueño!

Traigo manzana, manzana roja del sol. Vendré, daré un jazmín al mendigo. Obsequiaré otro zarcillo a la bella leprosa.

Diré al ciego: ¡Qué vistoso es el jardín! Seré un errante, daré vueltas por los callejones. Pregonaré: ¡Rocío, rocío, rocío! Un pasajero dirá: Verdaderamente es una noche oscura. Le daré una galaxia.

En el puente hay una chiquilla sin piernas, le colgaré la Osa Mayor del cuello.

Eliminaré todos los insultos de los labios. Tiraré todas las paredes de su sitio. Diré a los salteadores de caminos: Ha llegado una caravana y su mercancía es la sonrisa...

De cómo el beduino le pidió a su mujer que fuera paciente y le explicó la excelencia de la paciencia y de la pobreza

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Su marido le dijo: «¿Durante cuánto tiempo buscarás rentas y cosechas? ¿Cuánto queda de nuestra vida? La mayor parte ha pasado. El hombre sensato no mira el beneficio ni la pérdida, ya que ambas cosas pasan como un torrente. No hables de la vida, ya sea pura o turbia, pues apenas dura un momento».

En este mundo, miles de animales viven felizmente, sin altibajos. La paloma en el árbol da gracias a Dios, aunque no esté preparada su comida para la noche. El ruiseñor canta alabanzas a Dios, diciendo: «Confío en Ti para mi pan diario, oh Tú que contestas las plegarias». El halcón ha convertido el puño del rey en su lugar de deleite y ha renunciado a la carroña. Igualmente ocurre con todos los animales, del mosquito al elefante: todos son la familia de Dios y ¡qué excelente proveedor de nutrición es Dios!

Todo el dolor que hay en nuestros corazones surge del vapor y del polvo de nuestra existencia y del viento, los vanos deseos. Estos desgarradores pesares son como una guadaña, pensar que esto es así y que aquello es de otra forma es una tentación. Has de saber que cada dolor es un pedazo de muerte: expúlsala de ti, si tienes los medios. Si no puedes huir de esa parte de muerte, sabe que toda ella se derramará sobre tu cabeza. Si esa parte se te ha vuelto dulce, Dios te endulzará la totalidad. Los sufrimientos vienen de la muerte como heraldos, ¡no apartes tu rostro de su mensajero, oh necio!

De cómo el hombre aconsejó a su esposa diciendo: «No desprecies a los pobres, considera perfecto el trabajo de Dios y no permitas que tus vanos pensamientos y opiniones sobre tu propia penuria te lleven a criticar la pobreza y zaherir a los menesterosos»

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  «Oh esposa», dijo, «¿eres una mujer o el padre de la aflicción? La pobreza es mi orgullo, no me lo reproches. Las riquezas son como un sombrero: el calvo se refugia en el gorro, pero el que posee bellos rizos está más contento con la cabeza descubierta.

El enamorado que pierde a su amante

Un hombre de elevadas miras y posesor de perfección, se enamoró de una hermosa persona. Ahora bien, aquella a quien había abandonado su corazón se quedó delgada y amarilla como un tallo de azafrán. El luminoso día se volvió oscuro para su corazón, la muerte llegó desde lejos y se aproximó a ella. Anunciaron esta noticia a su amante; él acudió con un puñal en la mano y diciendo: "Yo quiero matar en el acto a mi amante a fin de que esta mujer, parecida a una admirable pintura, no muera de muerte natural". Le dijeron: "Eres un insensato; ¿qué motivos tienes pues para querer matarla? No viertas sangre, retira la mano de este asesinato pues ella va a morir. ¿De qué sirve matar a una persona que se muere? Sólo un loco le corta la cabeza a un muerto".

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