Poesía Libre

Deja que la risa te guíe

Autor: 

Cuando vayas a comprar una granada

Escoge una que esté riendo,

Que tenga su máscara abierta

De modo que a través de su abertura

Puedes tener información

Sobre las semillas.

Escucha la risa que muestra el interior

Que agrieta la concha, y te deja ver la perla

Hay otro tipo, una risa infeliz

Como la de la anémona roja que muestra su oscuridad interior

Pero la risa de la granada está bendecida,

Como la compañía de buena gente.

Pregunta de un rey a un derviche

Un hombre comprometido en la vía del espiritualismo y cubierto de harapos iba por su camino, cuando el rey lo vio y le dijo: "¡Oh tú que estás cubierto de harapos! ¿Soy yo quien vale más que tú o eres tú quien vale más que yo?" El espiritualista le dijo: " ¡Oh ignorante! golpéate el pecho y guarda silencio. Aunque no me corresponda hacer mi propio elogio, pues el que se alaba a sí mismo no sabe lo que dice, sin embargo, puesto que debo hacerlo, no es dudoso que un hombre como yo sea mil veces mejor que un hombre como tú. En efecto, tú no conoces el gusto de la religión y tu alma concupiscente te ha reducido al estado de asno. Esta alma concupiscente te domina, señor, y estás agobiado por un peso. Día y noche envuelves tu cabeza en un cabezal y sólo actúas por sus órdenes. Todo lo que ella te ordena, a ti que no eres propio para nada, acción o no acción, debes hacerlo sin réplica; pero yo, que he conocido el secreto del corazón, he hecho de esta perra alma mi asno. Cuando esta alma se ha convertido en mi asno, me he sentado encima. Tu perra alma te domina y yo, la domino a ella; pero cuando mi asno monta sobre ti, entonces tú eres como yo y cien mil veces mejor que tus semejantes".

El hombre pobre (Cuento del Golestán)

Uno de mis amigos se quejaba diciéndome: «Tengo pocos recursos y mucha familia. No

puedo soportar la pesadumbre de la pobreza. Muchas veces he pensado en irme [solo] y

cambiar de lugar para que así, viva como viva, nadie se entere de mis penas ni de mis

alegrías:

 

Sin saberse, muchos a dormir se fueron

sin haberse llevado nada a la boca

y muchos tras agonizar murieron,

mas nadie se rasgó por ellos la ropa.

 

»He pensado en los reproches de los enemigos y en cómo se reirían de mí a mis espaldas,

viendo en los esfuerzos que hago por mi familia una falta de coraje, cómo dirían:

 

Mira a ése, es un irresponsable;

nunca verá el rostro de la felicidad,

pues él opta por la comodidad

y deja a su familia en estado miserable.

 

»Como sabes, tengo conocimientos de cálculo. Si tú pudieras usar tu posición y mediar a

fin de obtener para mí algún cargo, te estaría agradecido el resto de mis días». Dije:

«Hermano, trabajar para los reyes tiene dos facetas; esperar el sustento y temer por la vida,

y no es de sabios esperar lo primero para temer lo segundo»:

 

Nadie a la casa del pobre se presenta

para de sus impuestos pedirle cuentas;

o te conformas con la pobreza y sus inconvenientes

o dejas que de tu hígado los cuervos se alimenten.

 

Dijo: «Lo que acabas de decir no se ajusta a mí y además no has contestado a mi

proposición. ¿No has oído decir que al que traiciona le tiembla la mano al ajustar las

cuentas?».

Eh, Gente

Eh, ustedes, allí, que están sentados en la ribera,

Felices y riendo, alguien está muriendo en el agua, alguien está constantemente luchando en este enojado, pesado, oscuro, mar familiar,

Cuando ustedes están borrachos con la idea de poner sus manos sobre su enemigo,

Cuando piensan en vano que han dado una mano a una persona débil para producir una persona más débil, cuando se ajustan sus cinturones,

¿Cuándo, cuándo les anunciaré que alguien en el aguase está sacrificando en vano?

Eh, ustedes, allí, que están sentados placenteramente en la ribera, pan sobre sus manteles, ropa sobre sus cuerpos, alguien los está llamando desde el agua.

Él golpea la pesada ola con su mano cansada, su boca abierta, sus ojos que se vuelven a abrir con terror, él ha visto sus sombras desde lejos,

Ha tragado agua en la profundidad azul oscuro, a cada momento su impaciencia crece. Levanta de esas aguas por momentos un pie, por momentos su cabeza...

Eh, ustedes, allí, él todavía tiene sus ojos en este viejo mundo desde lejos,..

Que siga la vía

El jardinero que ansia cinco días de charla con la flor,  por el rigor de la espina separado, paciente debe ser tal ruiseñor.   
¿Qué son las conveniencias para el loco que quema el universo?  Mesura y reflexión tareas propias son del mismo reino.   
Es ateísmo en el camino basarse en la abstinencia y en la ciencia. El que sigue la vía la fe precisa aunque tenga cien técnicas.   
Donde estén sus rizos y su rostro, para cualquiera es ilícito mirar la cara de jazmín y el bucle de jacinto.   
Mucho ha de suplicar a sus ojos de narciso ebrio  este corazón loco si ansia el bucle de su pelo.   
Oh corazón, atado por su bucle no te quejes de desasosiego, que mucho aguante necesita el...

Dirección

"¿Dónde está la morada del amigo?"

Fue al alba cuando el jinete hizo la pregunta.

El cielo se detuvo de inmediato, un transeúnte entregó generoso a las tinieblas de arena una rama de luz que tenía en los labios;

luego señaló con el dedo un sauce blanco y dijo:

"Antes de llegar a este árbol hay una callejuela boscosa más verde que el sueño del Dios, donde el amor es tan azul como el plumaje de la sinceridad.

Irás hasta el final de esta alameda que pasada la pubertad aparece, luego torcerás hacia la flor de la soledad.

A dos pasos de la flor, te detendrás al pie del eterno surtidor de los mitos de la tierra.

Allí te envolverá un pánico transparente; en la intimidad fluida del espacio oirás cierto rumor:

Verás a un niño encaramado en un pino alto dispuesto a coger las crías del nido de la luz y le preguntarás: "

¿Dónde está la morada del Amigo?"

Cuento 47

Vi una rosa fresca y primorosa  sobre una cúpula llena de matojos,  y dije: « ¿Qué hacen estos rastrojos

crecidos junto a una rosa?». «Calla —un matojo me dijo lloroso—,  que el compañero no olvida la

nobleza. Si no tengo color, perfume y belleza,  ¿no perteneceré pues a su edén frondoso?    

Del buen Dios soy yo servidor,  bajo su bondad desde antaño crezco,  y si tengo virtudes o de ellas

carezco,  es mi esperanza la gracia del Señor, Y aunque yo no tengo medios   y capital que ofrecer como

obediencia,  él sabe para su siervo el remedio aunque no tenga ninguna hacienda.

Es costumbre que los terratenientes  manumitan a sus esclavos viejos.»

¡Oh Señor, ornato del universo!...

Iluminaciones

Un cielo sin nubes, ni un soplo de viento, me siento al borde de la fuente.

Los lentos movimientos del pez de colores, el resplandor y yo, la tierra y el agua...La vida se concentra en un ramo recién lavado. Mi madre está limpiando hojas de albahaca dulce.

Pan y queso blanco, un cielo sin nubes, la seda húmeda de brotes de petunia .La salvación está cerca, abrigada entre las hojas de las flores del parque.

La luz en un bol de bronce derrama caricias.

La escalera baja la mañana de lo alto de los altos muros, y la expande sobre el suelo.

Detrás de la sonrisa secreta de cada cosa hay una pequeña ventana en la pared circundante del tiempo a través de la cual mi rostro aparece...

“Donde quiera que estés, sea cual sea tu condición y hagas lo que hagas, sé siempre un buen amante”

Autor: 

El movimiento de las olas,

día y noche, viene del mar,

tú ves las olas, pero, ¡qué extraño!

no ves el mar.

Cada momento se precipita hacia nosotros desde todas partes

la convocatoria del Amor.

¿Quieres venir con nosotros?

No es momento para quedarse en casa,

sino para salir y entregarse al jardín...

Ven,

Te diré en secreto

Adónde lleva esta danza.

Mira como las partículas del aire

Y los granos de arena del desierto

Giran sin norte...

Anécdota sobre Jacob

Cuando José se separó de su padre, Jacob perdió la vista a causa de la separación de su hijo. Lágrimas de sangre caían abundantemente de sus ojos, el nombre de José estaba siempre en su boca. El ángel Gabriel vino y le dijo: "Si pronuncias alguna vez más el nombre de José, suprimiré tu nombre del número de los profetas y de los enviados".

Cuando esta orden de Dios le llegó a Jacob, el nombre de José fue borrado de su lengua; pero este nombre fue sin embargo como su comensal y lo repetía sin cesar en su corazón.

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