Qom back!
Las convergentes sendas
que ligaban nuestras vidas
colapsaron por un acaso
en la quietud impávida
de un ocaso en aquella avenida.
Los ortodoxos incendios
de pasión café con leche
se volvieron tristes y magros
fuegos mestizos
disimulados
con la sábana de la guerrilla.
Y cabalgando el indiferente
y bizco jamelgo
de patas recauchutadas
Amina desertó de mí...