El sabio de la India
El encorvado cielo se enderezó de alegría
cuando la madre naturaleza te alumbró,
y el creador del mundo en su sabiduría,
a su siervo sobre los demás favoreció.
Dicha eterna alcanza quien vive con decencia,
pues el buen nombre revive a quien se ha marchado.
Y, celebren o no los sabios tus excelencias,
no necesita de afeites un rostro agraciado...